Publicado en El Mundo Aunque ha tardado más de un año en resolverse el caso, al final la Dirección General de Recursos Humanos y Económicos de la Conselleria de Sanidad ha dado la razón a la enfermera que fue expedientada porque se negó a manipular un medicamento biopeligroso en el Hospital Clínico de Valencia cuando se hallaba embarazada.El nuevo expediente no sólo exonera a la trabajadora, en estado de gestación sino que, además, acredita que el centro de la avenida de Blasco Ibáñez carecía de las infraestructuras necesarias para la manipulación de los medicamentos cancerígenos. A la empleada se le abrió un expediente porque, dada su situación de embarazo, y ante el riesgo que suponía para su feto la manipulación del fármaco cancerígeno, solicitó las medidas de seguridad y, como no se las ofrecieron, se negó a poner en peligro la vida que alberga en su seno.