Publicado en La Vanguardia Aunque no es un fenómeno nuevo, el reciente escándalo del productor de Hollywood Harvey Weinstein, quien ha sido acusado por varias mujeres de acoso y abuso sexual así como de violación, ha propiciado una campaña masiva de denuncias y de visibilización de este tipo de situaciones. Las redes sociales se han inundado de mensajes con la etiqueta #yotambién o #amítambién de mujeres que han querido compartir sus propias experiencias de insinuaciones sexuales no deseadas. Experimentar ese tipo de hostigamientos sexuales, además de ser un problema social, repercute de forma negativa sobre la salud. Un nuevo estudio recogido en la publicación de acceso abierto BMC revela que las personas que sufren acoso sexual en la oficina tienen un riesgo incrementado de padecer depresión y ansiedad.