No hay consulta que impresione de haber sido suficiente, especialmente para el paciente que siempre estima que ha faltado tiempo, ese elemento líquido que se escurre más que el agua. La consulta es para ambos, médico y paciente, un momento único de comunicación que resulta imprescindible para establecer un primer lazo único, que va a ser el conductor de la relación durante el tiempo que esta dure, en ocasiones durante toda la vida o la vida restante. Esa confianza es el primer pilar sólido que ligará la confianza depositada por el paciente en el médico y recíprocamente. Y la empatía que el profesional genere es fundamental como amalgama imprescindible para una atención de calidad.
En este tiempo de consulta, además, hay que avanzar en la entrevista que genere el conocimiento necesario para forjar un diagnóstico certero; la comprensión suficiente para conocer las limitaciones y aspiraciones del paciente y sus allegados; avanzar en las herramientas que contribuyan al alivio, al tratamiento, a la prevención, a la rehabilitación o a un acompañamiento final encendidamente humano. Esos minutos de la consulta son, en conciencia, un tiempo precioso, irrepetible, que tanto profesionales como atendidos hemos de aprovechar y revertir de la mejor manera posible. Algunos consejos pueden resultar de ayuda para optimizar la entrevista clínica, definida por Borrell como encrucijada.
..Dra. María José Álvarez Pasquín. Experta en competencias básicas en Medicina de Familia
Cursos relacionados
Gestión del tiempo y resolución de conflictos
Gestión de las emociones en la relación médico-paciente