Publicado en El Confidencial Algo está cambiando. Lo vemos cada día en los supermercados, cuando nos paramos frente a las estanterías y damos la vuelta a los productos para leer concienzudamente la información en sus etiquetas. Procedencia, forma de cultivo, contenido en nutrientes, calorías… Nos importa lo que comemos más que nunca. El debate surge cuando nos planteamos si esta corriente ‘foodie’ es una moda o una revolución que transformará los hábitos alimenticios para siempre. El término en cuestión se acuñó en 1984 tras la publicación de ‘The Official Foodie Handbook’, una obra que se considera la Biblia de los que creen firmemente que la alimentación moldea al ser humano. Desde entonces ha copado la oferta gastronómica, desde los comercios hasta los restaurantes, justo cuando el mercado alcanzaba su punto álgido de oferta ‘fast food’.