Se acerca la noche de Reyes, que la palabra seguridad esté en la lista de juguetes

Se acerca la noche del año más especial y mágica para los más pequeños, la noche de Reyes, por lo que habrá que darse prisa para hacer la carta y que llegue a los Reyes de Magos, sin embargo, es bueno tener en cuenta ciertos detalles relativos a la seguridad de los juguetes, y es que así se concluye de un reciente estudio. El primer paso es comprobar la recomendación de edad en la etiqueta del juguete.

Los padres con frecuencia creen que su hijo ‘crecerá con’ un juguete, pero eso puede ser peligroso con algo como una bicicleta, si el niño no tiene la habilidad de controlarla”, afirma Susan Rzucidlo, enfermera practicante en Penn State Pediatrics. Asimismo, aconseja que cuando haya un juguete en casa, es importante que los niños pequeños no accedan a los juguetes de sus hermanos mayores.

Amy Bollinger, directora del Programa de Prevención de Traumatismos y Lesiones Pediátricas del Hospital Pediátrico de la Universidad Estatal de Pensilvania, parte de un hecho innegable desde el punto de vista de desarrollo de un niño pequeño, y “es que se ponga todo en la boca. Si ese niño pequeño agarra un juguete que pertenece a un hermano mayor y se lo pone en la boca, se puede atragantar”.

Consejos para evitar riesgos de atragantamiento por un juguete

Un modo sencillo de ver si un juguete tiene un riesgo de atragantamiento es comprobar si pasa por un tubo de papel higiénico. Si pasa, para los niños menores de tres años no es seguro.

Rzucidlo alerta que “los culpables habituales son los juguetes con partes pequeñas que se pueden quitar. Por ejemplo, muchos juguetes más recientes e incluso las tarjetas de felicitación tienen pilas de botón, que se pueden tragar con facilidad. Algunas están escondidas, pero otras son bastante accesibles”. Los globos de látex también son una causa habitual de atragantamiento en los niños.

Los imanes pequeños también son otro tipo de “amenaza” relacionada con los juguetes. Si se tragan dos o más, puede atraerse entre sí a través de las paredes intestinales, y provocar un agujero, un bloqueo o una infección intestinal.

Comprobar si tienen sustancias tóxicas, la más común de todas, que tengan ftlatos

Hay que comprobar que los juguetes no contengan sustancias tóxicas. Por ejemplo, si tienen ftalatos que, se emplean mucho en el plástico. “Hasta hace apenas 10 años, las directrices de lo que constituía un juguete seguro eran muy diferentes”,y es que “los juguetes más antiguos podrían contener plomo u otras sustancias tóxicas”, concluye Bollinger.
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