¿Conviene estar preocupado por las opiniones y valoraciones propias en Google? La respuesta es “sí”, es importante hacer la prueba utilizando el nombre, la localidad, la especialidad… Si las opiniones no son buenas solo hay que ocuparse. Las habituales son tiempos de espera o errores de interpretación. Lo más recomendable es intentar contactar con el paciente. El resultado suele ser la “desactivación” de la mala opinión. Por otro lado, una mala opinión en el marco de 15, 30 o 50 opiniones reduce su efecto porque “un mal día lo tiene cualquiera”, y da credibilidad a las buenas opiniones.