Publicado en Diario Médico A diferencia de otros tratamientos sistémicos como la quimioterapia (QT), la inmunoterapia se dirige no a eliminar directamente a la célula tumoral, sino a estimular el sisteme defensivo del paciente para que cumplan con su cometido de acabar con ella. Este ardiz ha cosechado importantes avances en la supervivencia en enfermos con cáncer, pero también ha desatado unos efectos adversos asociados a la reactivación inmunológica, que pueden afectar a casi cualquier órgano o sistema. Algunos, como los de tipo endocrino, pueden ser irreversibles -se han descrito casos de pacientes que desarrollaron diabetes tipo 1 después del tratamiento-, si bien cuentan con terapia sustitutiva. Sobre la importancia de conocer al detalle estos y otros efectos secundarios inmunes y establecer consensos para optimizar su manejo, se publicó la semana pasada una revisión en The New England Journal of Medicine (NEJM).