La soledad es un factor de riesgo para la mortalidad, sobre todo en hombres

Sentirse solo es un mecanismo biológico como tener hambre o sed, pero la diferencia está en que una persona puede comer o beber y se acaban sus problemas, pero no puede salir a la calle y gritar ‘quiero tener amigos’”, y es que así lo afirmaba el neurólogo y neurocientífico argentino Facundo Manes en septiembre de 2016 en la presentación de su libro ‘Usar el cerebro’, en el que propone conocer nuestra mente para poder vivir mejor.

Más de tres años después, un trabajo pionero de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), le da la razón a esta afirmación, es más, “va más allá” y establece una asociación entre la soledad y la mortalidad.

En concreto, investigadores de la UAM han analizado todos los estudios enfocados en la soledad y la mortalidad publicados hasta la fecha en todos los idiomas. Los resultados se presentan en PLOS ONE.

Como recoge un comunicado de la universidad madrileña, los investigadores “para averiguar qué relación existe entre este sentimiento y la mortalidad han llevado a cabo un exhaustivo trabajo de revisión pionero en su campo”.

La soledad para la mortalidad es un factor de riesgo más fuerte en hombres que en mujeres

El meta-análisis incluye población general y población clínica e institucionalizada y no realiza restricciones de tiempo ni de idioma. Los resultados revelan que la soledad para la mortalidad es un factor de riesgo, y que esta relación en hombres es más fuerte que en mujeres.

La relación es más fuerte en hombres posiblemente por varias razones. La primera es que las mujeres tienden a admitir más fácilmente sentimientos de soledad, y los hombres reconocen sentirse solos cuando la severidad y el impacto de estos sentimientos son mayores. La segunda hace referencia a que la soledad está relacionada con la salud y en ocasiones los hombres tienen actitudes negativas para acudir a los servicios de salud”, declara Laura Rico, primera autora del artículo.

Estrechar la colaboración entre servicios sociales y de salud para identificar las necesidades sociales de los pacientes

Rico indica que para evitar a tiempo mayores problemas de salud, de gasto sanitario y el aumento de la mortalidad relacionada con la soledad, sería necesario “estrechar la colaboración entre servicios sociales y de salud, entrenar a profesionales de la salud para identificar las necesidades sociales de los pacientes y referirlos a los servicios adecuados”.

También”, concluye, “podemos decir que algunos estilos de vida poco saludables, por ejemplo el consumo de tabaco y el alcohol, están asociados con la soledad, y estos son más frecuentes en hombres que en mujeres”.

El trabajo fue llevado a cabo por investigadores del Departamento de Psiquiatría de la UAM, Centro Colaborador de la Organización Mundial de la Salud (OMS), dirigido por el Profesor José Luis Ayuso Mateos y del Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental.
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