Salas de emergencias colapsadas pueden influir en que el paciente reciba un mal diagnóstico

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Recibir un mal diagnóstico, o tener que sufrir demoras en el tratamiento, son circunstancias más propensas para los pacientes cuando las salas de emergencia están repletas, y es que así se desprende de una reciente encuesta hecha a más de 400 médicos en Estados Unidos que trabajan en la atención de Emergencias (ER).

El estudio, publicado en Emergency Medicine Journal, deja entrever que los pacientes, en ocasiones no ponen mucho de su parte para colaborar con los facultativos, ya sea porque no quieren quitarse la ropa para que les hagan una prueba de diagnóstico necesaria o, simplemente porque no quieren dar información personal delante de terceros conocidos o extraños. Eso no es óbice para tener presente que con independencia de estos “hándicaps”, la privacidad y la confidencialidad deben primar en la atención de Emergencias por parte de los médicos.

Como afirma la autora principal, la Dra. Hanni Stoklosa, emergentóloga del Hospital de Brigham y las Mujeres y de la Facultad de Medicina de Harvard, en Boston, “hallamos que esas consultas sin privacidad no sólo afectan la precisión del diagnóstico de las enfermedades, sino también de problemas sociales y conductuales como la violencia doméstica, el riesgo de suicidio y el consumo de drogas”.

En este contexto, hasta nueve de cada 10 médicos habían modificado o simplificado la anamnesis (conjunto de datos clínicos que se recogen en la historia clínica del paciente) si otra persona, ya sea familiar o un acompañante, estaba presente, y hasta más de la mitad había cambiado la manera de examinar al paciente.

También el sitio en el que se hacía el reconocimiento al paciente, en la sala de emergencias, o en un box, hasta más de tres cuartos de los médicos encuestados reconocen que hacían a veces una historia clínica abreviada, además, en esas condiciones, casi todos los médicos habían cambiado en ocasiones la manera de hacer el examen físico pertinente.

Incluso en un consultorio, casi todos los médicos habían modificado por lo menos a veces la manera en que realizaban la historia clínica, o examinaban al paciente con la presencia de una tercera persona. Aunque la mayoría de los médicos dijeron que el género de los pacientes no influía, si es cierto que el modificar la manera en que hacían las historias clínicas y examinaban a las mujeres, era más susceptible y común de ser cambiadas con los problemas genitales y urinarios.
..Redacción

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