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Más de 61 millones de personas en todo el mundo, la mayor parte en países pobres, padecen de agudos sufrimientos físicos cada año por falta de morfina y cuidados paliativos, y es que así se puso de manifiesto en un simposio internacional que, bajo el título ‘Aliviando el abismo de acceso a los cuidados paliativos y alivio del dolor’, recientemente se celebró en Miami.
En declaraciones a Efe, Felicia Knaul, directora del Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Miami, y copresidenta de la Comisión Lancet, afirma que “millones y millones de personas no reciben ni los cuidados paliativos más básicos, con menos del 1% de acceso a la morfina por vía oral en muchos países”.
Dicha comisión, formada por científicos y profesionales de la revista especializada The Lancet, como indica Knaul, “hemos documentado una falta de equidad alarmante”, y es que “el 50% de la población mundial recibe menos del 1% de la morfina distribuida (o su equivalente), mientras que el 10% de los países más ricos del mundo disponen del 90%”.
Más del 80% de las personas que padecen graves dolores físicos viven en países pobres o de ingresos medios donde el acceso a la morfina es casi inexistente
Los datos que revela el estudio de la Comisión Lancet son alarmantes, y es que hasta más del 80% de personas que padecen de graves dolores físicos viven en países pobres o de ingresos medios donde el acceso a la morfina se puede decir que es prácticamente inexistente. Lo triste es que el “paquete esencial de cobertura universal” para cuidados paliativos que incluye la morfina resulta “muy barato”, y es que son dos dólares por persona al año.
Durante el simposio se debatió sobre “la opiofobia”, definida así por Knaul, y que domina el sector de salud y que está haciendo que algunos gobiernos bloqueen una visión racional de la problemática del alivio del dolor, lamenta la propia Knaul.
También en declaraciones a Efe, Julio Frenk, rector de la UM, considera que “estamos siendo víctimas de un enfoque en el problema del exceso y hemos ignorado el problema del acceso a la morfina para alivio del dolor”.
Esta “opiofóbia”, desconoce que la “morfina no solo es el opioide más económico sino que, con buenos controles, se debe usar para el control del dolor agudo”, resaltó Frenk.
Sin embargo, como se suele decir, “pagan justos por pecadores”, y es que por el hecho de que países como Estados Unidos, Canadá y Australia, el “exceso de opioides es un problema”, no se puede “condenar” al dolor crónico a millones de personas con escasos recursos ecónomicos, aseveró Frenk.
Con una inversión de 145 millones de dólares al año se podrían cubrir las necesidades de morfina para cuidados paliativos en el mundo
Según el informe de la Comisión Lancet, con una inversión aproximada de 145 millones de dólares al año, las necesidades de morfina para cuidados paliativos en el mundo se podrían cubrir. Además, con un millón de dólares al año podrían ser cubiertas las necesidades de morfina de los niños que sufren agudos sufrimientos físicos en los países de bajos ingresos. Sin embargo, la realidad es que a pesar de que los viales de morfina, tanto oral como inyectable son económicos y eficaces para aliviar el dolor agudos, se estima que hay 170 países que carecen de dosis suficiente del opiáceo.
Ahora, a raíz de la publicación del informe de The Lancet, numerosas instituciones públicas y gobiernos están empezando a concienciarse del alcance de esta “crisis del dolor” que padecen millones de personas y que se podría evitar sin excesivos costes. En este sentido Frenk destacó los cambios “importantes” que está implementando México en esta práctica médica incorporando un “recetario electrónico para la prescripción de morfina” para uso médico legítimo.
Integrar los cuidados paliativos en el primer escalón del sistema sanitario, en la Atención Primaria
El año pasado, -octubre 2017- en el marco de un coloquio organizado por el ‘Programa ATLANTES’ del Instituto Cultura y Sociedad (ICS) de la Universidad de Navarra, la investigadora del citado instituto, Natalia Arias, comentó que había “que buscar una manera de actuar. Una forma es integrar estos cuidados paliativos en el primer escalón del sistema sanitario, en la Atención Primaria”. “La Organización Mundial de la Salud (OMS) propone evaluar el problema a partir de cuatro pilares: buenas políticas, formación de los profesionales sanitarios, disponibilidad de medicamentos para combatir el dolor y creación de servicios”, añadía.
Con respecto a lo primero, Arias explicaba que se trataba de disponer de un marco legal que permitiera regular a quién, cómo y cuándo se protege. Además, en el apartado de educación, la mayoría de los médicos recién licenciados carecen de conocimientos respecto al control del dolor y no sabe la dosis de iniciación de morfina, por lo que incidía en la importancia de formarles en esta disciplina.
Ver coloquio ¿A dónde deben dirigirse los cuidados paliativos?
