Publicado en Redacción Médica El riesgo de morir después de sufrir un ictus isquémico se multiplica si nuestra edad biológica, que viene marcada por los hábitos de vida o el lugar de residencia, entre otros factores, es superior a nuestra edad cronológica, marcada por la fecha de nacimiento. Así lo destaca un estudio de investigadores del Grupo de investigación Neurovascular del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM). Según los resultados obtenidos, cada año de edad biológica acumulada respecto de la edad cronológica incrementa un 6 por ciento el riesgo de morir en un periodo de tres meses después de sufrir un ataque. A la vez, el grado de severidad de les secuelas es más importante. Y todo ello independientemente de otros factores de riesgo. El trabajo lo publica la revista Scientific Reports. La investigadora principal del estudio, Carolina Soriano-Tárraga, explica que se analizaron casi 600 pacientes atendidos en el Hospital del Mar por un ictus isquémico. En estos casos, la mortalidad media al cabo de 3 meses se situó entre el 15 y el 20 por ciento.