Publicado en La Gaceta Tras conocerse que el magistrado que ha ‘condenado a muerte’ al pequeño Alfie Evans es un conspicuo miembro de una organización LGTB, el portal español Infocatólica ha recordado que el hospital Alder Hey de Liverpool – donde ahora se encuentra retenido el infante – ya protagonizó un escándalo médico destapado en los albores de la presente centuria. De esta forma, según un informe de casi seiscientas páginas publicado en el año 2001 por el Gobierno británico, el centro médico retiró corazones y órganos de los cadáveres de miles de niños sin el consentimiento de los progenitores. Este documento fue encargado por el entonces ministro de Sanidad, Alan Milburn, quien reaccionó con premura a la indignación suscitada entre la opinión pública.