..J.P.R.
Hace ya tres años y medio que Ana Mato dimitió como ministra de Sanidad obligada por el Caso Gürtel. Este miércoles se ha confirmado la sentencia. La Audiencia Nacional le ha condenado a devolver 27.857 euros en viajes y regalos familiares que la trama que dirigía Francisco Correa pagó a su entonces marido Jesús Sepúlveda, antiguo alcalde de Pozuelo de Alarcón (Madrid). Es cierto que la sanción impuesta a Mato se encuentra muy alejada de la de otros mandatarios del Partido Popular.
Correa ha sido condenado por ejemplo con 51 años y 11 meses; Guillermo Ortega, con 38 años y tres meses; Pablo Crespo, con 37 años y seis meses, o el ex tesorero Luis Bárcenas, con 33 años y 4 meses. El ex marido de Mato ha sido castigado con 14 años de cárcel. Pero la ex ministra de Sanidad era la primera víctima política de entidad afectada por la trama Gürtel.
A finales de noviembre de 2014, mato anunció al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, su marcha del Ministerio. El juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz sostuvo que la ex minsitra fue “partícipe a título lucrativo” de los delitos cometidos por su ex esposo. La noticia se conoció un día antes de que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se enfrentara a un pleno contra la corrupción en el Congreso de los Diputados. Rajoy se preparaba para anunciar una batería de medidas anticorrupción y su mensaje hubiera perdido credibilidad con Mato en su gabinete.
Pero antes de conocerse el auto de Ruz ya habían llegado voces pidiendo la dimisión de Mato. Dos crisis sanitarias debilitaron su presencia en el Ministerio. En primer lugar la del ébola tras el contagio de la auxiliar de enfermería Teresa Rodríguez. Las quejas se sucedieron por la falta de coordinación en el Sistema Nacional de Salud ante la decisión de repatriar a los dos misioneros contagiados en Liberia y en Sierra Leona. También salió debilitada por la negociación del precio del primer antiviral contra el virus de la hepatitis C. Precisamente, el establecimiento de un plan nacional contra la hepatitis C fue la primera medida que adoptó su sucesor, Alfonso Alonso.
