El nuevo ministro de Sanidad se enfrenta a una agenda cargada

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..Juan Pablo Ramírez.
Poco más de 19 meses. Es el tiempo que tendrá por delante el ministro de Sanidad que escoja el nuevo presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Incluso podría ser menos si decide no agotar la legislatura y convocar elecciones generales.

Mucho ha quedado en el debe de la ministra de Sanidad, Dolors Montserrat. En su haber, poco se puede destacar: el acuerdo con las comunidades autónomas en el Consejo Ingterterritorial para la universalización de los tratamientos de la hepatitis C a todos los pacientes independientemente del grado de fibrosis y la reconducción de la disputa entre los consejos generales de médicos y enfermeros con un nuevo real decreto de prescripción.

El próximo inquilino del Ministerio de Sanidad deberá centrarse en el debe en el que se juntan reivindicaciones históricas y nuevos problemas que han ido surgiendo a lo largo de estos años. Pedro Sánchez ya ha anunciado cuál será su primera decisión en materia sanitaria: la derogación del Real Decreto 16/2012. Volveremos a la situación anterior. El nuevo titular de la cartera sanitaria deberá articular algún mecanismo para que los parados de larga duración no paguen los medicamentos, el único punto de la normativa que agradaba a los socialistas. Existen otras dos cuestiones que deberá abordar: el techo de gasto de la industria farmacéutica y el pacto que Ana Mato firmó con los profesionales sanitarios. El primero de ellos no es del agrado de la oposición ni de los médicos. En cuanto al segundo su avance ha sido demasiado lento.

Pedro Sánchez ya ha anunciado cuál será su primera decisión en materia sanitaria: la derogación del Real Decreto 16/2012

Este lunes estaba previsto un Consejo Interterritorial monográfico sobre financiación sanitaria para elevar un documento de consenso al Consejo de Política Social Fiscal y Financiera. El nuevo ministro deberá coordinar con las comunidades una propuesta sólida que acabe con los problemas de infrafinanciación y sirva para resolver otro problema como la falta de equidad.

Surgen otras cuestiones que requieren urgencia como el desarrollo de la pata del diagnóstico y la prevención del Plan Nacional para el Abordaje de la Hepatitis C. La Alianza para la Eliminación de las Hepatitis Víricas en España (Aehve) ha advertido que España se encuentra en una posición idónea para la eliminación de la hepatitis C en 2021 pero es imprescindible la implantación de un cribado que haga aflorar la infección oculta y el seguimiento de colectivos de riesgos como las personas en prisión. Sin estos requisitos España no estaría en condiciones siquiera de cumplir el objetivo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2030.

Surgen otras cuestiones que requieren urgencia como el desarrollo de la pata del diagnóstico y la prevención del Plan Nacional para el Abordaje de la Hepatitis C

Otro asunto que ha resurgido con fuerza es la especialidad de enfermedades infecciosas. El Congreso de los Diputados instó al anterior Gobierno a su creación, pero el gabinete de Dolors Montserrat dio largas a los infectólogos. La última ministra de Sanidad de la era de José Luis Rodríguez Zapatero, Leire Pajín, inició el procedimiento pero la convocatoria de elecciones y el cambio de signo en el Ejecutivo dieron al traste con la iniciativa.

Otras necesidades que han surgido son el calendario vacunal para todas las etapas de la vida y la implantación de una estrategia de medicina de precisión. El Senado trabaja en la actualidad en una ponencia sobre medicina genómica con especialistas de todas las áreas de la medicina, que podría servir de guía al  nuevo titular de Sanidad.

Existen otras reivindicaciones más antiguas como la creación del registro de profesionales para conocer las verdaderas necesidades de personal del sistema

Existen otras reivindicaciones más antiguas como la creación del registro de profesionales para conocer las verdaderas necesidades de personal del sistema. La tarea es ardua porque las comunidades y los colegios son reticentes a poner sus datos encima de la mesa. Encima de la mesa se encuentra también la precariedad de los profesionales sanitarios. El Ministerio había iniciado negociaciones con sindicatos y comunidades autónomas. Es urgentes culminarlas.

Está pendiente también la interoperabilidad de la receta electrónica y de la historia clínica digital, un proceso que se alarga demasiado en el tiempo y que debería haber quedado resuelto en la primera legislatura de Mariano Rajoy. Sería un primer paso para iniciar una estrategia de big data y real world evidence que tanto necesita el sistema.

Y siempre como telón de fondo el Pacto por la Sanidad, un acuerdo que profesionales, industria y todos los agentes del sector vienen reclamando desde hace ya demasiados años.

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