Publicado en Redacción Médica El PSOE llevará al pleno del Congreso de los Diputados de la semana que viene la regulación de la eutanasia para que esta se incluya en la cartera de servicios comunes del Sistema Nacional de Salud y sea de financiación pública. Una legislación novedosa que complementará la ya extraída del Parlament de Cataluña y que sitúa la figura del médico como uno de los agentes principales. Será la profesión médica la encargada de estipular la idoneidad o no de los casos así como de dispensar o prescribir el fármaco que tiene como consecuencia la muerte. En el capítulo 3 de la proposición de ley, el documento estipula que el médico, antes de dar el visto bueno, tiene la obligación de “abrir un proceso deliberativo sobre diagnósticos con el paciente así como informarle de posibles cuidados paliativos”. En lo que respecta a su formación, el médico deberá estar formado en las patologías que padece el paciente pero sin pertenecer al equipo o servicio del médico responsable del mismo. Es decir, que si un paciente oncológico decide en el término final de su enfermedad acabar con su vida, no podrá ser el facultativo que le ha tratado durante el tratamiento el que apruebe la práctica eutanásica, sino otro oncólogo.