Personalizar la nutrición porque cada paciente es único

..Flor Cid.
La nutrición personalizada se ha convertido en una realidad. En pleno S. XXI, la dieta “universal” ha dejado de ser una fórmula mágica para pacientes con sobrepeso o con la necesidad de adquirir unos hábitos de alimentación saludables y adecuados. Las dietas se formulan a partir de las características y del contexto de vida de cada persona. Además, la preocupación y concienciación en materia de salud está impulsando la aparición y proliferación de alimentos más saludables que satisfacen las necesidades y preferencias de los pacientes. En definitiva, se trata de una cuestión mucho más compleja que el clásico ajuste matemático de calorías, y deriva en una necesaria personalización, donde suele requerirse un conocimiento multidisciplinar -endocrinología, nutricionista, ejercicio físico, psicología…-. Y es que incluso los aspectos emocionales juegan un papel fundamental en este campo.

La nutrición es una cuestión mucho más compleja que el clásico ajuste matemático de calorías

Dado que cada paciente es diferente, sus circunstancias tienen que ser tenidas en cuenta a la hora de escoger una alimentación saludable, individualizada y acorde con sus hábitos de vida particulares. En este contexto, cobran una especial relevancia los complementos nutricionales, que tienen una gran utilidad si se sabe cómo, cuándo y dónde utilizarlos.

Horarios de levantarse y de acostarse, cantidad e intensidad de ejercicio físico realizado, lugar en el que se llevan a cabo las comidas y las cenas, persona responsable de cocinar; son factores que influyen en gran medida en el tipo y en la cantidad de complementos nutricionales que una persona debe consumir, partiendo de la base de que no existen dietas milagro. De hecho, los complementos nutricionales o suplementos son alimentos que cuentan con todos los registros de sanidad, algunos incluso más estrictos que otra clase de alimentos.

Horarios de levantarse y de acostarse, cantidad e intensidad de ejercicio físico realizado, lugar donde se llevan a cabo las comidas y las cenas, persona responsable de cocinar; son factores que influyen en la cantidad de complementos nutricionales que una persona debe consumir

Algunas variables que influyen en el día a día de una persona y que interfieren en la cantidad y el tipo de complementos nutricionales requeridos son las siguientes:

Los horarios de levantarse y de acostarse
En función de la hora de despertarse y de acostarse, será posible calcular de una forma realmente óptima tanto las horas como la frecuencia de las comidas. En el caso de las personas que duermen poco, suelen precisar un mayor número de comidas al día. Lo recomendable en esta situación es repartir las calorías en varias comidas. En cambio, las personas que se levantan tarde no suelen necesitar un refrigerio a media mañana. Y, si se acuestan más bien pronto, seguramente la cena deba ser la última comida del día. 

La realización de ejercicio físico: hora e intensidad
Saber el ejercicio físico que se realiza durante el día, la hora a la que se lleva a cabo y la intensidad del mismo sirve para determinar cómo cargar “el combustible” antes de hacer ejercicio, y también para recargarlo después. No es lo mismo el caso de las personas que hacen ejercicio de intensidad baja o moderada, y con una duración más bien corta, que aquellas que llevan a cabo un ejercicio más intenso o con una mayor duración. Tampoco es igual la situación de una persona que realiza ejercicio a primera hora de la mañana, que aquella que lo practica después del trabajo o, incluso, después de la cena.

El encargado de cocinar
Cuando es uno mismo quien prepara la mayor parte de las comidas, es mucho más sencillo controlar muy bien el menú y tomar las decisiones, en primera persona, acerca de qué comer, en qué cantidad y de qué modo elaborar y preparar los alimentos que incluye la dieta. Se trata de una gran ventaja, pese a que esta misión puede llevar mucho tiempo. Por tanto, conviene hacer acopio de alimentos esenciales saludables en la nevera y resulta muy útil tener preparadas recetas rápidas, sencillas y saludables a las que poder recurrir cuando se disponga de poco tiempo libre.

Comer “fuera de casa”
Cuando la mayor parte de las comidas se lleva a cabo fuera de casa, puede ser más difícil mantener una necesaria contabilización de las calorías que deben ser consumidas. Esto puede compensarse con una tabla de complementos previamente adaptada a las necesidades nutricionales concretas.

El tamaño de las raciones
Cuando se tienen dificultades con el tamaño de las raciones, puede ser conveniente hacer un mayor número de comidas al día. Es recomendable aprender a comer sólo lo suficiente para no quedarse con hambre y, si se sabe que se va a comer algo cada pocas horas, la persona se acostumbra a saciarse con menos cantidad en cada comida.

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