La Fe y la UPV desarrollan un nuevo material que detecta en solo 30 minutos infecciones por Candida albicans

..Emilio Ramirez.
Investigadores de la Universitat Politècnica de València, en colaboración con el Instituto de Investigación Sanitaria La Fe (IIS La Fe), la Universitat Rovira i Virgili y el CIBER-BBN, han desarrollado un nuevo material que permite detectar de forma rápida y con una alta sensibilidad infecciones que son provocadas por ‘Candida albicans’.

Como recoge el portal Departament de Salut La Fe, en palabras del Doctor Javier Pemán, jefe de sección y responsable de la Unidad de Micología del Servicio de Microbiología del Hospital Universitari i Politècnic La Fe y responsable del Grupo de Investigación en Infección Grave del IIS La Fe, “son infecciones difíciles de identificar tempranamente, muy frecuentes en la mayoría de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) y representan un importante reto en pacientes críticos”.

De tardar tres y cuatro días para diagnosticar infecciones provocadas por Candida albicans, con este nuevo material se reduce el tiempo a solo 30 minutos

En la actualidad, mediante cultivo del líquido biológico a estudiar y posterior identificación de levadura aislada mediante diferentes técnicas microbiológicas cuyos resultados pueden tardar entre tres y cuatro días, se diagnostican estas infecciones; a partir de ahora, este nuevo material reduce el tiempo de diagnóstico a solamente 30 minutos.

Como destaca Ramón Martínez Máñez, director del Instituto IDM en la UPV y director científico del CIBER-BBN, “las pruebas se pueden llevar a cabo de manera rápida y prácticamente en la misma consulta en la que se toma la muestra del paciente, reduciendo notablemente el equipamiento necesario para detectar la presencia de Candida albicans”.

¿Cómo se detecta la infección?

El material desarrollado por los investigadores del Instituto Interuniversitario de Reconocimiento Molecular y Desarrollo Tecnológico (IDM) está compuesto por filmes de alúmina nanoporosa que incorporan “puertas moleculares” basadas en oligonucleótidos. “Están constituidas por un soporte inorgánico poroso que se carga con un colorante y por hebras simples de ADN. Estas hebras van ancladas a la superficie del soporte y actúan como “puertas moleculares” que inhiben la liberación del indicador”, añade Ramón Martínez Máñez.

Además, según el profesor Lluis Marsal, de la Universitat Rovira i Virgili, el tipo de soporte utilizado simplifica mucho la metodología del experimento.

Sobre cómo detecta la infección, el profesor Martínez Máñez, explica que las hebras simples de ADN se seleccionan teniendo en cuenta una secuencia específica de Candida albicans. “Cuando se advierte la presencia del ADN de este hongo, éste interactúa con la puerta molecular, se abren los poros y es entonces cuando se produce la liberación del colorante que se encuentra dentro del soporte nanoporoso, detectando así la infección”, matiza la doctora Elena Aznar, investigadora del Instituto de Reconocimiento Molecular y Desarrollo Tecnológico y del CIBER-BBN.

Al detectar tan rápidamente la patología, supone un paso muy importante en el diagnóstico de pacientes con candidiasis

El material diagnóstico se encuentra ahora en fase de validación clínica, gracias a la financiación conseguida mediante el proyecto CANDI-GATE que, concedido por la Universitat Politècnica de Valencia, y el Instituto de Investigación Sanitaria La Fe, está liderado por las doctoras María Angeles Tormo y Elena Aznar, y también mediante el proyecto de valorización CANDI-EYE concedido por el CIBER-BBN y liderado por la doctora Elena Aznar.

Este trabajo, al poder detectar tan rápidamente la patología, supone un paso muy importante en el diagnóstico de pacientes con candidiasis“, concluye la doctora María Ángeles Tormo, del IIS La Fe.

¿Qué es el hongo ‘Candida albicans’?

El hongo ‘Candida albicans’ puede originar una amplia de infecciones, incluyendo la de la boca, lengua, vagina y el esófago, pero la candidiasis a menudo es invasiva, afectando a tejidos profundos.

La infección de la sangre (fungemia), es de las más graves, un problema importante para pacientes hospitalizados que sean vulnerables. Por ello, no se exagera al afirmar que para el organismo las infecciones fúngicas deben considerarse como una amenaza de primer orden, sin embargo, la realidad es que su impacto, actualmente en la salud humana no está tan reconocido como sucede con otras patologías, y es que se estima que la candidiasis sistémica afecta cada año a más de medio millón de individuos, siendo especialmente grave en personas inmunodeprimidas, con enfermedades autoinmunes o VIH, como también en pacientes bajo tratamiento con quimioterapia o recuperándose de un trasplante. Hasta un 40% asciende la mortalidad por candidiasis sistémica en estos grupos.

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