El 77% de las personas mayores reconoce que no se hidrata bien, ni siquiera en verano

..Cristina Cebrián.
Los meses de verano son especialmente importantes para los cuidados geriátricos, debido a las altas temperaturas y la incidencia de los rayos del sol. Por eso, la Fundación Edad&Vida organiza durante los meses de julio y agosto su campaña de hidratación, que ya va por su novena edición y está dirigida a las personas mayores, para ofrecerles recomendaciones de hidratación en verano.

40 centros residenciales de toda España participan en esta campaña, por la que recibirán 18.000 litros de bebida isotónica y se distribuirá un folleto informativo

Un total de 40 centros residenciales de toda España participan en esta campaña, por la que recibirán 18.000 litros de bebida isotónica y se distribuirá un folleto informativo para concienciar a este colectivo y a los profesionales que los atienden en los centros residenciales de la importancia que tiene una correcta hidratación en esta época del año.

En este sentido, hay que tener en cuenta que los organismos de las personas mayores tienden a perder una proporción de líquido mayor que el resto. Además, según una encuesta realizada por la Fundación Edad & Vida, un 77% reconoce que no bebe la cantidad que debiera. Por todo esto, parece claro que la labor de los centros residenciales en esta época del año resulta esencial para mantener en perfectas condiciones el estado de salud de sus mayores.

La recomendación de la ingesta diaria de líquidos incluye de forma general 2 litros para las mujeres y 2,5 litros para los hombres

Guía de buenas prácticas en Geriatría
Ante esta situación, se hace indispensable seguir unas pautas generales para mantener una adecuada hidratación a lo largo del día. Según la European Food Safety Authority (EFSA), la recomendación de la ingesta diaria de líquidos incluye de forma general 2 litros para las mujeres y 2,5 litros para los hombres. Además, el 80% de ese líquido debe proceder de las bebidas, incluida el agua, y un 20% de los alimentos. También es importante controlar el aporte de azúcar añadido, apostando por las variedades de bajo contenido en azúcar o sin azúcar, y aumentar el consumo de ciertos alimentos con alto contenido en agua como frutas y verduras que ayuden a mantener unos niveles adecuados de hidratación.

Es importante controlar el aporte de azúcar añadido, apostando por las variedades de bajo contenido en azúcar o sin azúcar

Por otro lado, la “Guía de buenas prácticas clínicas en Geriatría: alimentación, nutrición e hidratación en adultos y mayores”, de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), recomienda comenzar el día con un vaso de agua de 200 ml para facilitar la motilidad intestinal; aumentar la ingesta de líquidos en ambientes calurosos y antes, durante y después de actividad física, además de elegir las bebidas en función del nivel de actividad física, temperatura ambiental, necesidades fisiológicas y estilo de vida. Otro aspecto destacado es mantenerlas a temperatura moderada (entre 8ºC  y 14ºC) para hacerlas más apetecibles y favorecer su toma.

Cuando las personas mayores sienten sed es un síntoma de que su hidratación no es la adecuada. Y es que, con la edad, disminuyen las ganas de beber. Este es un problema que, según la Fundación Edad&Vida, se produce por las dificultades de movilidad o por la presencia de otras enfermedades que pueden hacer que las personas mayores ingieran menos líquido de lo necesario, por lo que se recomienda beber sin esperar a tener sed, ingerir agua y líquidos de forma gradual a lo largo del día, entre los que se incluyen también las infusiones, leche, caldos, zumos y néctares de frutas, etcétera; intentando elegir aquellos con el menor contenido posible de azúcar añadido.

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