Está científicamente probado: A las mujeres se les enfrían mas las extremidades después de comer que a los hombres

..Cristina Cebrián.
Parece un chiste pero está demostrado científicamente el hecho de que muchas mujeres sienten frío inmediatamente al terminar de comer, mientras que a la mayoría de los hombres no les ocurre lo mismo. Investigadores de la Universidad de Granada (UGR), pertenecientes al Instituto Mixto Universitario de Deporte y Salud (IMUDS), han demostrado por primera vez que esta circunstancia tiene una explicación científica y su trabajo se ha publicado en la revista Clinical Nutrition.

Para desarrollar el estudio, los participantes acudieron en ayunas, se les colocó un total de 17 sensores térmicos cutáneos con el fin de estimar diferentes parámetros de temperatura cutánea

Hasta ahora, la mayoría de los estudios se centraban en el aumento del gasto energético y no tanto en qué es los que ocurre con la temperatura corporal en respuesta a una comida. Los investigadores de Granada estudiaron los casos de 36 hombres y 68 mujeres, todos ellos adultos jóvenes con edades comprendidas entre los 18 y los 25 años. Para desarrollar el estudio, acudieron en ayunas al centro de investigación, donde se les colocó un total de 17 sensores térmicos cutáneos (iButtons) repartidos por todo el cuerpo con el fin de estimar diferentes parámetros de temperatura cutánea, analizados con un programa desarrollado en la UGR.

Durante media hora los participantes se mantuvieron en reposo en una cama, a una temperatura termoneutral, donde se les estimó por calorimetría indirecta el gasto metabólico basal. A continuación, se les ofreció a cada participante un batido energético (50% carbohidratos, 35% grasas y 15% proteínas) ajustado individualmente al 50% del gasto metabólico basal.

En todos los participantes se observó un incremento de la temperatura media y proximal de la piel durante la duración de la prueba

Tras la ingesta de dicho batido, los participantes permanecieron tumbados en una cama durante 3 horas y 20 minutos donde apenas se movieron. Cada hora hicimos un parón para preguntarle a cada participante cuál era su sensación térmica en diferentes partes del cuerpo”, explica Borja Martínez, autor principal del estudio.

Vasoconstricción periférica
En todos los participantes se observó un incremento de la temperatura media y proximal de la piel durante la duración de la prueba. “Al mismo tiempo, observamos en todos los sujetos que se produjo una vasoconstricción periférica de las manos durante la primera hora y posteriormente se observó una vasodilatación periférica. Todos estos patrones fueron mayores en mujeres que en hombres, independientemente de la composición corporal de los individuos”, explica el investigador de la UGR.

En las mujeres se observó un mayor incremento de la temperatura media y proximal 

Por lo tanto, en las mujeres se observó un mayor incremento de la temperatura media y proximal, así como una mayor vasoconstricción durante la primera hora y una mayor vasodilatación sobre el resto de horas en comparación a los hombres. “Paralelamente, también comprobamos que las mujeres percibieron más frío que los hombres, especialmente en las manos y en los pies. Ambos sexos durante el desarrollo del test sintieron más calor, pero siempre las mujeres percibieron un poco más de frío. Cabe destacar que la temperatura de la sala fue siempre la misma”, señala Martínez.

A la luz de estos resultados, los investigadores de la UGR señalan que, en definitiva, parece ser que las mujeres tienen un sistema termoregulatorio mucho más eficiente que los hombres en respuesta a la comida, aunque perciben la temperatura de una habitación más fría que los hombres, aunque sea la misma. Aunque la teoría que cobra más fuerza es que las mujeres tienen menos plexos vasculares en las manos que los hombres, “y esa podría ser la principal explicación a las diferencias que hemos observado en las vasoconstricciones periféricas”, destacan los autores.

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