..Elena Santa María
En el marco de la presentación del Informe RESA 2018, el Secretario General de la Fundación IDIS, Adolfo Fernández-Valmayor, ha explicado a iSanidad. Lo mejor de la sanidad, los beneficios de medir los resultados de la sanidad privada, así como los retos a los que ésta, y el sistema sanitario en su conjunto, se enfrentan.
¿Cuál es el estado de salud de la sanidad privada? Además de ser buena, ¿mejora?
La sanidad privada en España goza de una excelente salud, y la prueba de ello es que el principal indicador del número de personas que eligen voluntariamente ser tratadas o confiar en la sanidad privada por motivos de salud, crece todos los años. Crecen el número de asegurados, estamos en 8 millones de asegurados más los 2 millones de funcionarios públicos y esto no para de crecer. Los informes del IDIS, tanto el barómetro como el informe de Experiencia de Paciente en la Sanidad Privada que presentamos en junio, demuestran que la experiencia que el paciente recibe cuando viene a un hospital privado es alta, buena y la recomienda a los familiares. Y va a seguir mejorando, sobre todo porque con todo el esfuerzo que se ha hecho últimamente en la sanidad privada por medir, es consciente de que aunque lo hace bien tiene cosas que mejorar. Ese esfuerzo por mejorar lo acaban notando los pacientes.
La sanidad privada atiende a 8 millones de asegurados más los 2 millones de funcionarios públicos
¿Los pacientes siguen valorando positivamente la sanidad privada?
Sin ninguna duda, tenemos datos del informe de Experiencia de Paciente muy positivos en los que la hospitalización es probablemente lo más valorado pero el resto de los servicios también se valoran altamente y el nivel de recomendación es muy alto, está incluso por encima de índices de recomendación existen en otros sectores que podrían parecernos novedosos y sorprendentes como el sector retail u otro tipo de sectores.
¿Por qué se miden los resultados en salud de la aportación de la sanidad privada al sistema sanitario?
Porque tiene un beneficio para el ciudadano, para el paciente. La historia de la sanidad en España es una historia de éxito. Y esa historia de éxito no sería entendible sin la aportación de la sanidad privada. La sanidad privada ha sido parte de esta historia de éxito, la colaboración con la pública desde hace muchos años se ha desarrollado de forma natural y solo en los últimos años por temas más políticos está costando más. Medir es la clave para mejorar. El hecho de que nosotros mismos autoimpongamos nociones de medición es clave. Y si eso lo ponemos en contexto con el sistema sanitario en su conjunto, y lo comparamos con observatorios públicos como el de Madrid o Barcelona hace que estemos poniendo en valor lo que hacemos. Por otro lado hay ciertos mitos que este tipo de mediciones nos obligan a desmontar. Ese es otro de los motivos por el que se miden estas cosas. Mitos como que la gente si tiene un problema grave va a la pública y en la privada solo se atienden asuntos banales es mentira. El informe de sanidad privada pone de manifiesto que el 30% de la cirugía y de la cirugía compleja se hace en la privada, y de la neurocirugía más de un 30% se hace en la privada, no estamos hablando de cirugías banales como cataratas.
La historia de éxito de la sanidad en España no sería entendible sin la aportación de la sanidad privada
¿Cómo afronta la sanidad privada el envejecimiento y la cronicidad?
El envejecimiento y la cronicidad son dos pruebas importantes para el sistema sanitario en su conjunto. Primero porque el sistema no está preparado para ello y por tanto no atiende a sus pacientes de la mejor manera posible. Los hospitales están preparados para atender a agudos, no a pacientes crónicos, nos centramos muchas veces en el episodio y no en el proceso en su conjunto. El tratamiento del episodio convierte a los pacientes en enfermos y lo peor que le puede pasar a un paciente cuando tiene una enfermedad es que lo conviertas en un enfermo y que tenga que pasar toda su vida dependiendo de las condiciones de su enfermedad. Los ciudadanos quieren seguir haciendo su vida normal, tenemos que conseguir una forma de tratarlos en la que puedan seguir haciendo su vida normal, que puedan seguir yendo a trabajar, que puedan seguir saliendo con sus amigos aunque tengan un proceso crónico. Obtendremos mejores resultados en salud, cuando una persona abandona todo para curarse, los resultados suelen ser peores que si consigues que se le permita seguir con su vida real durante el proceso. Ese es el primer problema, tratarles de otra manera, no estamos preparados para tratar a los crónicos porque es un sistema pensado para agudos.
Los hospitales están preparados para atender a agudos no a pacientes crónicos
El segundo problema es la sostenibilidad. No seremos capaces de sostener económica y funcionalmente el sistema con una demanda infinita, con cada vez más enfermos mayores, cada vez más enfermos crónicos y seguimos haciendo las cosas de la misma manera y seguimos gastando en recursos como lo hacemos ahora.
Este es el séptimo Estudio RESA, ¿qué está aportando el IDIS al sistema nacional de salud?
Si el IDIS no existiera habría que inventarlo. Primero ha conseguido unir al sistema sanitario, ha conseguido que haya un foro en el que nos sentemos con total naturalidad y confianza; aseguramiento, provisión, industria, fabricantes, consultoría y emprendimiento privado en sanidad. Eso ya de por sí es importante. Segundo, que estamos poniendo sobre la mesa lo que el sistema está aportando con dos objetivos: desmontar falsos mitos y ayudar a mejorar. Hoy en día los criterios de calidad también están cambiando, por ejemplo, una cámara fotográfica no es de mayor calidad por tener más megapíxeles sino que a lo mejor el parámetro de calidad hoy es la inmediatez de poder subir las fotos a Instagram. Esto se traslada a todos los sectores.
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