Publicado en El Diario De que en la década de los años setenta del siglo pasado la industria azucarera comenzó a infiltrarse en todo tipo de productos alimentarios, imponiendo el adictivo poder de la glucosa tanto en refrescos como en bollos, pasteles, chocolates e incluso embutidos, una nueva epidemia se ha alzado silenciosamente hasta convertirse en un clamor: la diabetes de tipo 2, adquirida y no congénita. La OMS calcula que actualmente una de cada 11 personas en el mundo ya son diabéticas de esta modalidad, a la vez que millón y medio mueren en el mundo cada año por sus efectos devastadores y se calcula que en el futuro, si no se le pone remedio, puede llegar a ser una rémora definitiva para la economía mundial por su coste sanitario.