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Los hospitales de Venezuela son la peor cara de la situación. Hace pocas semanas aparecían públicamente en Europa algunas de las terribles situaciones que vive su sistema sanitario. Más allá de los temas políticos la realidad es extremadamente desesperada: los niños se están muriendo en las urgencias de los grandes hospitales: no hay anestesia para las operaciones; los antibióticos no llegan; el suministro eléctrico es inestable…
La situación de los hospitales de Venezuela es tremenda, sin anestesia, sin luz, sin antibióticos…
El levantamiento de Juan Guaidó, apoyado por Leopoldo López, va a suponer un problema más que superar. Puede ser lo mejor para el país, pero tendrán que soportar el peso de una guerra civil sin medios suficientes. Hace pocas semanas el Dr. Gustavo Villasmil, médico especializado en Higiene Industrial y salud pública aseguraba que la enfermedad en Venezuela ya es un problema personal. Nadie te puede ayudar. “Ni el paciente tiene dinero pagar la medicación ni el centro sanitario dispone de ella”, aseguraba.
”Ni el paciente tiene dinero pagar la medicación ni el centro sanitario dispone de ella”
La llamada Operación Libertad dirigida por Guaidó es un movimiento popular. El objetivo es quitar del poder al presidente Nicolás Maduro. El caos crece y la incertidumbre crece. La presión internacional y ejerce ya mucha fuerza sobre el país.
La degradación social también acecha al sistema sanitario
Han pasado pocas fechas desde las imágenes más degradantes que se podían imaginar: unos venezolanos sacaban comida de un camión de basura para poder comer algo. Una imagen que no escapa a la realidad del sistema de salud.
El Estado ha perdido la capacidad de controlar la sanidad pública. El grupo Médicos por la Salud se hacía eco de la situación en el Hospital Central de Maracay
Villasmil también es el portavoz de la organización. Aseguraba en febrero que “se registraron 1.557 muertes atribuibles a falta de insumos (materiales)” con referencia al periodo noviembre 2018-febero 2019. 756 por un “trauma agudo” y 801 padecían enfermedades cardiovasculares, problemas que no pudieron ser tratados por la escasez de recursos en los hospitales.
Han pasado cinco años desde que se denunció la situación generalizada de escasez de medicamentos y materiales médicos en Venezuela. “Los hospitales y en especial las unidades críticas no están suficientemente abastecidas para atender a los pacientes”, aseguraban desde Médicos por la Salud.
