Hoy en día el tratamiento para el reflujo gastroesofágico consiste en modificar determinados hábitos y tomar la medicación prescrita por el especialista en aparato digestivo. Por otro lado, para determinados casos se plantea la posibilidad de someterse a una cirugía antirreflujo, que se realiza mediante laparoscopia e incisiones muy pequeñas, siendo por tanto mínimamente invasiva.
El tratamiento médico no soluciona la causa de la hernia de hiato ni del reflujo
Es aconsejable acudir a la consulta de nuestro especialista de aparato digestivo para que evalúe el caso concreto de cada persona y, además, analice las posibilidades de la intervención. Para ello, puede solicitar una serie de pruebas con el objetivo de considerar el éxito de la operación. Pruebas tales como análisis de sangre, manometría esofágica, phmetría,y gastroscopia. La manometría se realiza para descartar otras patologías y comprobar las alteraciones que ha podido causar el reflujo en el esófago. De esta forma, se puede determinar el procedimiento más adecuado para cada paciente, si opta por la cirugía.
La pHmetría para evaluar cuánto ácido se dirige al estómago, al esófago y catalogar el reflujo en leve, moderado o severo. Mientras que, la gastroscopia para observar si el reflujo ha causado lesiones y ulceraciones en la mucosa esofágica.
El tratamiento quirúrgico es una alternativa para pacientes que los fármacos no consiguen mejorar sus síntomas
Esta operación esta indicada para pacientes que los fármacos no consiguen mejorar sus síntomas. Es frecuente que el tratamiento médico alivie el ardor, pero no controle las regurgitaciones, en especial por la noche, que se acompañan de broncoaspiración. También puede ser una alternativa para pacientes que no desean continuar con la medicación. Se trata de jóvenes o pacientes de mediana edad que, conociendo toda la información, prefieren no seguir tomando fármacos. Además esta indicado para pacientes con problemas respiratorios repetidos, si tienen hernia paraesofágica y hernia de hiato gigantes. Y, por último, para pacientes con afecciones graves en el esófago.
El procedimiento consiste en colocar el estómago en el abdomen y cerrar el hiato esofágico para que la hernia no se produzca de nuevo. Seguidamente, “se realiza una ‘corbata’ con la parte superior del estómago alrededor del esófago. De modo que se crea creando nueva válvula para reforzar el esfínter esofágico inferior“. Esta técnica se conoce como Funduplicatura de Nissen.
El paciente recibe el alta medica a los pocos día y no requiere de medicamentos para su postoperatorio
El postoperatorio es sencillo, el paciente recibe el alta médica a los pocos días. Además es posible comer al día siguiente de la operación, con una pronta desaparición del reflujo gastroesofágico. Además, no es precisa la administración de medicación.
Los especialistas concluyen que “la cirugía del reflujo gastroesofágico, realizada con una indicación correcta por su digestólogo, tiene no solo unos buenos resultados inmediatos sino también a largo plazo, con un éxito de más del 90% de los operados“.