El tratamiento para el reflujo gastroesofágico se realiza mediante laparoscopia, siendo mínimamente invasivo
En cambio, también se puede llevar a cabo un tratamiento no quirúrgico consistente en la prescripción de fármacos, como ranitidina, que es un bloqueador anti H”, u omeprazol, pantoprazol, esomeprazol. Y, realizar cambios en la rutina, como no consumir alcohol, ya que este incrementa la acidez gástrica y afecta a la función del esfínter inferior del esófago. Evitar el tabaco, café, los picantes, ácidos o alimentos altos en grasa son otras de las recomendaciones habituales. Asimismo, consumir productos desnatados y carnes magras como pollo, pavo y pescado azul, así como verduras. También es recomendable realizar comidas fraccionadas durante el día y que no sean abundantes y si los síntomas se producen por la noche elevar la cabecera de la cama. Además, de cuidar el exceso de peso debido a que a presión abdominal favorece el reflujo.
En opinión de los especialistas de Quirón, “el tratamiento médico disminuye la cantidad de ácido que produce el estómago, pero no soluciona la causa de la hernia de hiato y/o del reflujo gastroesofágico. Para ello es necesario la intervención quirúrgica por laparoscópica“.

El tratamiento médico no soluciona la causa de la hernia de hiato ni del reflujo

reflujo_gastroesofágicoEs aconsejable acudir a la consulta de nuestro especialista de aparato digestivo para que evalúe el caso concreto de cada persona y, además, analice las posibilidades de la intervención. Para ello, puede solicitar una serie de pruebas con el objetivo de considerar el éxito de la operación. Pruebas tales como análisis de sangre, manometría esofágica, phmetría,y gastroscopia. La manometría se realiza para descartar otras patologías y comprobar las alteraciones que ha podido causar el reflujo en el esófago. De esta forma, se puede determinar el procedimiento más adecuado para cada paciente, si opta por la cirugía.

La pHmetría para evaluar cuánto ácido se dirige al estómago, al esófago y catalogar el reflujo en leve, moderado o severo. Mientras que, la gastroscopia para observar si el reflujo ha causado lesiones y ulceraciones en la mucosa esofágica.

El tratamiento quirúrgico es una alternativa para pacientes que los fármacos no consiguen mejorar sus síntomas

Esta operación esta indicada para pacientes que los fármacos no consiguen mejorar sus síntomas. Es frecuente que el tratamiento médico alivie el ardor, pero no controle las regurgitaciones, en especial por la noche, que se acompañan de broncoaspiración. También puede ser una alternativa para pacientes que no desean continuar con la medicación. Se trata de jóvenes o pacientes de mediana edad que, conociendo toda la información, prefieren no seguir tomando fármacos. Además esta indicado para pacientes con problemas respiratorios repetidos, si tienen hernia paraesofágica y hernia de hiato gigantes. Y, por último, para pacientes con afecciones graves en el esófago.

El procedimiento consiste en colocar el estómago en el abdomen y cerrar el hiato esofágico para que la hernia no se produzca de nuevo. Seguidamente, “se realiza una ‘corbata’ con la parte superior del estómago alrededor del esófago. De modo que se crea  creando  nueva válvula para reforzar el esfínter esofágico inferior“. Esta técnica se conoce como Funduplicatura de Nissen.

El paciente recibe el alta medica a los pocos día y no requiere de medicamentos para su postoperatorio

El postoperatorio es sencillo, el paciente recibe el alta médica a los pocos días. Además es posible comer al día siguiente de la operación, con una pronta desaparición del reflujo gastroesofágico. Además, no es precisa la administración de medicación.

Los especialistas concluyen que “la cirugía del reflujo gastroesofágico, realizada con una indicación correcta por su digestólogo, tiene no solo unos buenos resultados inmediatos sino también a largo plazo, con un éxito de más del 90% de los operados“.

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