Farinelli vuelve a triunfar en su reestreno en el Teatro de la Zarzuela

..Redacción.
Fiel a sus principios institucionales, el Teatro Nacional de la Zarzuela vuelve a sacar a la luz otra gran obra española, enclaustrada durante cerca de 200 años en el rincón del olvido, sin que nadie se lo explique, dada la extraordinaria calidad lírica que esta obra de Tomás Bretón tiene. Estrenada con gran éxito el 15 de mayo de 1902 en el famoso Teatro Lírico de Madrid, un señalado coso que, situado en la calle Marqués de la Ensenada, contaba con casi 3.000 localidades de aforo, creado como réplica al Teatro Real porque, de momento, no le iba a prestar suficiente atención a la renaciente música española, incluida la zarzuela.

Considerada desde su nacimiento una obra colosal

Considerada desde su nacimiento como una obra colosal, la mejor y, probablemente, más interesante de todas las obras de Bretón, incluido títulos tan conocidos como “La verbena de la paloma”, “La Dolores” o “Los amantes de Teruel”, entre otras más de 140 obras de su extenso catálogo distribuidos entre todas las especialidades musicales .

Como indica Emilio Casares en el programa de mano, la singularidad de la obra fue muy comentada en su momento por toda la prensa. Se diría hoy que con ella Bretón descolocó a la crítica, que no se esperaba una obra así de este autor. Hasta le fecha había apostado por grandes melodramas, muy lejos de la concepción con que está compuesta Farinelli. La presencia de intensos pasajes corales -de los ventiseis números de que consta la obra el coro está presente en veinte de ellos- justifican sus constantes elogios. De ahí que , al margen de las grandes romanzas que en su desarrollo se encuentran, pueda calificársele como una gran obra coral.

A pesar de ello, el propio compositor en una carta dirigida a su amigo el catalán Salvador Raurich hacía la siguiente valoración de su comedia lírica dividida en un prólogo y tres actos: “La música no contiene alarde alguno porque no lo consienten ni la índole de su asunto, ni mi manera de ser”. He procurado darle la mayor distinción que he podido y mi natural sinceridad. El modernista la encontrará insignificante y agradará al que tenga un criterio libre de prejuicios”. Para Casares, Bretón es, probablemente, el mejor compositor de ópera de nuestra historia.

La versión de Farinelli está centrada en el libreto de Juan Antonio Cavestany – que abusa demasiado de los ripios poéticos- cuyo texto, para darle el debido aire de actualidad, ha sido readaptado por la escritora María Velasco.

Para su presentación en esta versión de concierto se ha contado con la colaboración del nuevo director musical de la Zarzuela, Guillermo García Calvo, quien ha señalado que el tardío reconocimiento que a esta obra se le ha otorgado, muestra lo poco que, en algunas ocasiones se le reconoce a la calidad artística que verdaderamente tiene la música española”.

A su juicio, la partitura de Farinelli, tiene una calidad “comparable a cualquier otra ópera europea“. Tomás Bretón es un “genio absoluto” y cada una de sus obras goza de un “lenguaje propio”. Farinelli goza de las delicias del “estilo barroco” y del “postromántico” para describir las emociones del protagonista con “disonancias inesperadas”. Bretón , igual que los grandes escritores como Galdós, era también un gran observador, de ahí que usara de forma magistral recursos armoniosos para describir los sentimientos de los personajes, especialmente los sufrimientos amorosos del castrato Carlos Farinelly, que llegó a la Corte de Felipe V en 1737 procedente de Londres, contando entre sus diversas funciones con la de curar con su delicado canto los ataques de melancolía que de esta naturaleza sufría tan frecuentemente el Monarca.

El actor Emilio Gutiérrez Caba, ha sido el responsable de la narración explicativa de esta ópera

García Calvo, que ha estudiado con enorme interés todos los pormenores de esta delicada y difícil partitura de Bretón, ha realizado una bellísima versión gracias a la magnífica colaboración que tanto la orquesta como el coro -magníficamente preparado por A. Furio- titulares del Teatro, le han proporcionado. El elenco, de auténtico lujo, brilló en todos los niveles, pero de forma especial en las voces de Maite Beaumont (Farinelli) y Nancy Fabiola Herrera (Beatriz).

Con esta interesante propuesta de la Zarzuela, muy de agradecer por todos, numerosos aficionados han tenido la oportunidad de volver a saborear la belleza de este increiblemente olvidado título de Tomás Bretón.

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