Promesas incumplidas en el Colegio de Médicos de Valencia

Nada más ser proclamada nueva presidenta del Colegio de Médicos de Valencia la Dra. Rosa Fuster hacía unas declaraciones muy acertadas a la prensa “Vamos a cambiar los estatutos”, detrás de estas declaraciones había unas sanas intenciones para que los presidentes tuvieran limitados sus mandatos a 8 años y para que pudieran ser elegidos médicos que llevaran menos de 8 años de colegiación, entre otras muchas cosas.

Ha pasado más de un año, han tomado posesión de los cargos y han tomados decisiones importantes. Han realizado auditorías de cuentas, de personal, y unas cuantas cosas más, pero en lo que se refiere a las promesas las cosas siguen como estaban. Las primeras declaraciones expresaban un deseo que el tiempo parece ir apagando. Ahora que no es necesaria la notoriedad anterior y los médicos han vuelto al letargo total tras la salida de la anterior Junta Directiva, todas las promesas de la campaña están quedando en segundo plano. Cada promesa realizada está en “stand by”, “durmiendo el sueño de los justos”, cosas que conviene recordar porque para eso votaron los médicos:

  • Rebaja de un 25% de las cuotas de los colegiados
  • Gratuidad de cuotas para los colegiados en paro
  • Apoyo a la atención primaria
  • Eliminación de los contratos basura
  • Subida de los baremos de las Aseguradoras
  • Sueldo europeo para todos los médicos

Regalos, pancartas, trípticos, relaciones públicas… toda la campaña estaba inspirada en una idea que era necesaria, que los médicos entendieron como fundamental: “Es necesario cambiar”. ¿Dónde está este cambio?, ¿Dónde están las promesas? El motor del cambio parece estar al ralentí, engrasándose para cuando el piloto decida arrancar. Todavía no se vislumbran los hechos que puedan afirmar que el Colegio ha cambiado, nada puede decir que los médicos están mejor ahora que antes.

3 años por delante y uno de historia porque ya se ha consumido un 25% del tiempo si llega al final de la legislatura. Todavía hay tiempo siempre que se pongan una metafóricas “banderillas negras”, pero ya tiene que ser muy rápido porque los mecanismos se oxidan y los huesos se “anquilosan”.

Durante la campaña se acusaba al Dr. Alapont de no tener ideas nuevas, de no tener un nuevo proyecto, y ahora nadie quiere que acusen al equipo de Rosa Fuster de no haber cumplido sus promesas, todos quieren que las cumpla, que trabaje por sus propuestas.

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