La sanidad catalana pasa por un momento delicado en todos sus aspectos. Los nervios afloran por la respuesta política a la crisis financiera global que tiene a la sanidad en su punto de mira. Mientras Artur Mas propone que los médicos renuncien al 50% de su paga de Navidad, las noticias no son más alentadoras para el ICS (Instituto Catalán de Salud) sobre el que planea la posibilidad de someterse a las reglas del mercado con el fin de flexibilizar la gestión.
Hay 20 empresas que están abiertas a la participación, creando sociedades mixtas con el ICS y los profesionales. De momento no es más que un documento interno de trabajo, pero inquietante ante los posibles movimientos políticos que CiU está aireando.
El ICS tiene un patrimonio generoso formado por 8 grandes hospitales, 286 centros de salud y un centenar de equipamientos diferentes. De esta manera se trata de convertir a los trabajadores en empresarios del sector para diluir los riesgos y modificar el modelo contractual actual que flexibilice la gestión de los recursos humanos.
Los cambios tendrían un efecto completo en la forma que el ICS contrata a los médicos y al resto del personal sanitario de centros públicos. Estos cambios legales reducirían, también, la influencia de las fuerzas sindicales en el ICS, que es la mayor empresa pública de Cataluña con aproximadamente 41.000 empleados.
Esto no tendría un efecto directo sobre los ciudadanos, que podría seguir utilizando su tarjeta sanitaria, pero supondría el final del ICS.
Fuente: http://politica.elpais.com/politica/2011/10/18/actualidad/1318969397_824805.html
