La relación de los médicos con la Generalitat de Cataluña empeora cada día

El Dr. Antonio Gallego, Secretario General del Sindicato de Médicos de Cataluña  ha atendido a iSanidad expresando su gran inquietud por la situación y  tratando abiertamente la necesidad de un cambio de dirección en las  relaciones con la Generalitat. La sanidad pública catalana está en “pie de guerra”. Las últimas noticias aireadas por la Generalitat proponen a los médicos un cambio radical en su situación profesional y económica. Dada el inexsistente diálogo y la imposición contínua por parte del Consejo de Salud la huelga no está descartada.

¿Después de las conflictivas jornadas vividas últimamente en Cataluña las relaciones del colectivo  de médicos con la Generalitat se han serenado algo o continúan tan tensas como al principio?
Mientras el presupuesto para el próximo año continúe siendo una incógnita, la situación continuará empeorando cada día más.

¿Qué repercusión está teniendo en la profesión médica, profesionales e instituciones sanitarias, esta continua aparición de rumores y declaraciones inadecuadas o incomprensibles que crean un auténtico clima de rumorología?
Creo que no resulta correcto en este caso hablar de rumorología porque si primero surge una determinada noticia que más tarde no se aclara, dicha información se convierte en rumor, como ocurre con las verdades del barquero. Cuando un presupuesto de Salud, que se mantiene invariable desde hace más de 20 años partiendo de unos salarios profesionales muy bajos, se le anuncia encima una verdadera masacre de rebajas   en una Sanidad que  es modelo en Europa y en el mundo, provoca una situación de descontento general que, por ningún concepto, estamos dispuestos a que continúe. Especialmente si dicha reducción afecta, entre otros conceptos al número de bisturíes,  cantidad de horas de trabajo, reducción de plantillas, etc. crea una situación extraña en la que todos nos quedamos absolutamente desconcentrados, especialmente si se comprueba que se debe a un movimiento de absoluta improvisación que es como, lamentablemente, se está produciendo en este momento.

¿Cómo van a continuar desarrollándose  las relaciones con la Generalitat?
Como las de cualquier ciudadano con su estado central, en este caso España, que tiene unos compromisos con  nuestras Instituciones, por ejemplo la Generalitat Valenciana o la de Cataluña, en virtud de los cuales se ven obligadas a realizar determinados recortes, debe transcurrir, a pesar de ello, con un mínimo de cordialidad. Ahora bien no puede pretenderse caminar con los ejecutivos encargados de ponerlas en marcha, por el camino de la cortesía. No hay ningún motivo para abrazar a quien te está dando patadas por la vía del presupuesto.

Dada esta situación tan atípica ¿Considera oportuno solicitar para el próximo año un incremento del 50% de los salarios?
Como fácilmente se puede comprender, la situación en ese aspecto es bastante delicada. A pesar de ello si puedo asegurarle que ningún profesional, bajo ningún concepto, va a soportar que se haga la más mínima reducción de su salario.

¿El planteamiento de la Generalitat está siendo transparente?
Sinceramente, la Generalitat no. El Consejo de Salud está anunciando contínuamente que está siempre abierto al diálogo con los médicos. Yo puedo asegurar que, a pesar de esta encomiable, pero teórica, postura, el resultado es nulo. No existe ningún diálogo. Solo hay una imposición presupuestaria realizada a base de calculadora, que se hace sin tener en cuenta las particularidades del “acto médico”, que es el que estamos defendiendo a capa y espada.

En el hipotético caso de que consideren que sus peticiones no han sido debidamente atendidas ¿piensan recurrir a alguna instancia superior?
En ese supuesto pensamos recurrir a todas las instancias que se encuentren a nuestro alcance, bien juridicas o bien  a la presión laboral con el que la ley nos ampara y asiste. Si al final consideramos que  la huelga puede contribuir a alcanzar nuestros fines, la haremos, pero teniendo en cuenta que será una huelga que tendrá abiertamente un principio y un final, para que produzca unos  resultados claros y concretos de los principios que planteemos, para la cual llegaremos  hasta donde sea necesario llegar. Con un planteamiento también muy claro: “vuelvan uds, como mínimo, a la situación que existía al comienzo del año 2011”.

¿En qué situación jurídica se encuentran los ERES planteados en algunas instituciones  sanitarias?
Aún están pendientes de resolución en la Consejería de Trabajo. Siguiendo el curso adecuado.

Dada la situación a la que, por diversas razones, se ha llegado ¿considera que puede iniciarse todavía una nueva etapa de diálogo sereno y constructivo que permita llegar a acuerdos satisfactorios?.
Lo que verdaderamente nos agradaría es que, a nivel general, llegáramos a un acuerdo aceptable de diálogo social que finalizara en la resolución de los problemas y diferencias que con el resto de la sanidad europea tenemos. No debemos aceptar nunca que se produzca un agravio comparativo con las condiciones que trabajan nuestros profesionales.

¿Tal y como está todo, adoptar una postura radical puede ser más positiva que la que venga por la del diálogo antes mencionado?
Si se llegara a esa postura de endurecimiento significaría que se ha producido un fracaso casi total en las negociaciones. Ante lo cual lo más correcto sería elevar el nivel de nuestras peticiones para, a través del diálogo, alcanzar lo que, por justicia nos corresponde y necesitamos. Teniendo en cuenta  que si un médico  no emplea en su trabajo las horas que verdaderamente necesita, dejará de prestar correctamente el servicio que el ciudadano en cada momento pueda necesitar y, por descontado, merece.

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