La importancia de la telemedicina y la teleconsulta ante la crisis sanitaria

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..Fernando Mugarza, director de Desarrollo Corporativo y Comunicación de la Fundación IDIS. Profesor de ética de la Universidad Pontificia de Comillas ICAI-ICADE. Expresidente y Miembro de Honor de Forética.
El repiqueteo constante de la información que todos recibimos acerca de este enorme problema de salud pública motivado por el Covid-19 es impresionante. En los diferentes canales de comunicación podemos encontrar informaciones absolutamente rigurosas y objetivas y otras que o no lo son tanto o incluso corresponden a bulos e informaciones falsas que lo único que hacen es confundir a la población generando mayor incertidumbre y preocupación, si cabe.

Las dudas y las cuestiones que se suscitan a lo largo de este periodo de confinamiento son muchas y diversas relacionadas con infinidad de cuestiones de índole sanitaria y de salud que a cada cual le surgen cada día. Por otro lado, la recomendación es la de permanecer en el domicilio como una de las medidas epidemiológicas más importantes en cuanto a distanciamiento y confinamiento social, imprescindibles para tratar de controlar la difusión del virus.

Todos sabemos que los centros sanitarios no dejan de ser entornos de riesgo donde la posibilidad de contagio es muy reseñable y, de hecho, ahí están las cifras de personal sanitario contagiado por este agente infeccioso que al parecer amenaza con permanecer en nuestras vidas, aunque sea de una forma estacional, una vez que ya se ha adaptado a las condiciones de vida del ser humano.

Los centros sanitarios son entornos con altas posibilidades de contagio

Este entorno de aislamiento necesario es una oportunidad para poner en valor la relevancia de la medicina no presencial, de aquella que nuestros profesionales sanitarios pueden realizar en la distancia sin ningún riesgo ni para el paciente ni para ellos mismos en términos de salud.

Por otro lado, el hecho de atender a los ciudadanos desde el domicilio sin necesidad de desplazarse a la consulta supone sin duda un alivio a la creciente presión asistencial que existe en este momento liberando tiempo y espacio para aquellas personas que más lo necesitan.

Si la medicina no presencial o telemedicina no solo representa una herramienta de primer nivel en el seguimiento y monitorización de pacientes crónicos ni que decir tiene su utilidad en situaciones de crisis asistencial como la que estamos sufriendo y, por supuesto, en nuestro día a día, dado que muchos de nuestros facultativos se encuentran desbordados y su tiempo de consulta, casi siempre presencial, ha de ser bien repartido con el consiguiente impacto en términos de comunicación personalizada, emocional y eficaz.

Si bien es cierto que son ya bastantes los años que se lleva intentando asentar esta tecnología en nuestra sociedad, también es notorio que no se encuentra instaurada con el peso específico que le corresponde y que le permite su gran utilidad, versatilidad y acceso. Un dato al respecto: si bien más del 65% de los ciudadanos son propensos a su utilización en el caso de que la tuvieran a mano, disponible, la verdad es que tan solo el 8% la ha utilizado para descongestionar las consultas y centros asistenciales en esta crisis según el informe de la consultora Oliver Wyman, “Covid-19: Telehealth is the New Front Door”.

La telemedicina o teleconsulta es ya una realidad y se está convirtiendo en una alternativa a la hora de ofrecer servicios sanitarios de alta calidad

En opinión de los expertos más versados en la materia, de que la llegada de las redes 5G debería suponer un revulsivo para que telemedicina y salud estrechasen sus manos definitivamente y generasen las sinergias necesarias; no en vano, el cambio sociodemográfico con el aumento de la esperanza de vida, el envejecimiento consiguiente y la cronicidad van a poner a prueba a todos los sistemas sanitarios del planeta.

En este contexto he tenido la oportunidad de comprobar la utilidad de diversas herramientas tecnológicas como es el caso de la plataforma Antari, un completo sistema de telemedicina que permite llevar la teleconsulta o consulta sanitaria a distancia, conectando cualquier entorno asistencial con el paciente a través de las herramientas digitales que este posea. Un sistema fiable, eficiente, muy fácil de usar, compatible, ampliamente utilizado y que permite mejorar notablemente las capacidades asistenciales, de gestión y de seguimiento y monitorización de los pacientes.

En resumen y como cierre de esta breve reflexión, la aplicación de la telemedicina o teleconsulta es ya una realidad, pero debe prodigarse más, una vez que se está convirtiendo en una alternativa a la hora de ofrecer servicios sanitarios de alta calidad a poblaciones que, como la nuestra, avanzan hacia escenarios de elevada demanda en cuanto a servicios sanitarios y de salud se refiere.

 

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