El necesario pacto de estado para la sanidad. Dr. Guillermo Sierra

Guillermo Sierra

..Dr. Guillermo Sierra. ​​​​Ex presidente de la Organización Médica Colegial.
Acabo de escuchar al Presidente del Gobierno, durante su comparecencia en el Congreso, que “es necesario reconstruir el Sistema Nacional de Salud (SNS)”. ¿Como lo van a hacer?
Hasta la fecha, durante esta pandemia, la improvisación ha sido el denominador común y sería un grave error seguir por el mismo camino.

¿Se va a potenciar el conocimiento, la meritocracia, la investigación, el esfuerzo y la dedicación? ¿O quieren seguir por el camino de los privilegios personales, los patrimonios inexplicables con bajas retribuciones y la sobreabundancia de cargos públicos con asesores, amigos y parientes?

Por este camino han gripado el motor, y este no se arregla con reuniones de partidos o con nuevos pactos de la Moncloa, ni con silenciar a los medios de comunicación. Esto solo se arregla potenciando el conocimiento y el protagonismo de los profesionales, como exigía lo aprobado en el Pleno del Congreso de los Diputados, en sesión del día 18 de diciembre de 1997, y que duerme el sueño de los justos. Se arregla, bajando los representantes políticos del pedestal al que han subido con la idea equivocada de que, en democracia, la obtención de votos da derecho a privilegios superiores a los de los ciudadanos.

de los privilegios personales, los patrimonios inexplicables con bajas retribuciones y la sobreabundancia de cargos públicos con asesores, amigos y parientes?

Por el camino de los privilegios personales, los patrimonios inexplicables con bajas retribuciones y la sobreabundancia de cargos públicos con asesore han gripado el motor

Abandonando postulados ideológicos trasnochados, son necesarios mecanismos de control para desarrollar y potenciar la eficacia, la eficiencia y la efectividad, tanto en la asistencia sanitaria publica como en la privada, y que ambas, se complementen con transparencia y lealtad.

Los nuevos pactos de la Moncloa son pactos políticos y en estos momentos, lo deseable en sectores básicos como la sanidad, son pactos de Estado, ajenos a la política y a las ideologías. Hay que sacar la política de estos pactos, como se hizo en los Pactos de Toledo para las jubilaciones.

Julián García Vargas y Ana Pastor, ex ministros de Sanidad, han puesto de manifiesto la necesidad de este Pacto en diferentes intervenciones. Otros intentaron lograr el Pacto siendo ministros. Parece que la idea no es descabellada, pero los diferentes ataques de celos en los partidos políticos, con su nula visión de Estado, han hecho imposible lo que parece conveniente.

Los nuevos pactos de la Moncloa son pactos políticos y lo deseable son pactos de Estado, ajenos a la política y a las ideologías

Es pues evidente la necesidad de un verdadero Pacto de Estado Sanitario que contemple:

1.- Potenciar el protagonismo de los profesionales en todos los niveles asistenciales, en la sanidad pública y en la privada. Para ello es necesario:

  • Personal suficiente y retribuido según los conocimientos, la responsabilidad, la dedicación, la implicación, la docencia, la investigación, las habilidades, los resultados, el esfuerzo y la función social.
  • Dignificar el trabajo con contratos estables, no abusivos y con tiempo y medios para desarrollar la profesión con calidad y satisfacción social.
  • Escuchar y tener en consideración sus criterios profesionales.
  • Equiparar las condiciones socio laborales de los profesionales a los países de nuestro entorno europeo para evitar la huida de los jóvenes a otros países.
  • Unificación de la Carrera profesional

2.- Mejorar la formación de los médicos mediante un sistema MIR único estatal, que tan buenos resultados ha dado, recogiendo en su desarrollo el criterio de los tutores.

3.- Poner en valor la Atención Primaria. Reconocerla como primera fuente de atención y facilitar una formación que permita a sus facultativos ser polivalentes, resolutivos y activos en la investigación. Coordinarla con la especializada lo que abarataría costes.

4.- Actualizar las especialidades a la situación y a las necesidades presentes.

5.- Profesionalizar los cargos directivos, que no pueden variar según los resultados electorales. Hay que buscar lo mejor para el ciudadano, no lo mejor para el partido político.

6.- Llenar de contenido las Juntas Técnico-Asistenciales, participando activamente en los nombramientos directivos.

7.- Ascensos profesionales transparentes, por concurso público y basados en los méritos exigidos, con la participación de la Junta Técnico Asistencial y la Sociedad Científica correspondiente. La meritocracia da mejores resultados que la dedocracia.

8.- Agencia de Información Sanitaria para analizar comparativamente los resultados entre centros asistenciales, según la dificultad de las patologías atendidas y de los medios materiales y humanos disponibles. Determinadas patologías no pueden ser atendidas en todos los centros, por su complejidad y frecuencia, como refleja el proyecto RECAL.

9.- Revisar la cohesión del SNS. El Ministerio de Sanidad, lo ocupe quien lo ocupe, no puede ser un ministerio de compromiso ni de aprendizaje y debe liderar una reforma a fondo del Consejo Interterritorial, muy politizado actualmente.

10.- Contrato social de los profesionales con los ciudadanos El aplauso diario al sacrificio y a la entrega de los profesionales con escasos medios y sin protección, no puede caer en saco roto.

11.- Financiación adecuada y compromiso político con plazo de cumplimiento y dimisión del o los responsables si no se realiza.

Una reforma solo puede llevarse a cabo contando con la participación de todos los protagonistas del SNS. Sería un Pacto de Estado desde abajo, desde los profesionales. Desde arriba, desde los partidos políticos ya ha fracasado, y volvería a fracasar.

​Si los profesionales son la base de sustentación, tendrán que ser estos los que marquen el camino de la tercera vía de Fridson, la vía del conocimiento. Es de esperar que la sensatez de nuestros representantes políticos, pues a ellos les compete, nos lleve por el camino que marquen los profesionales, que son sus socios en esta ardua tarea. Juntos, se puede proteger la salud, articulo 43 de nuestra Constitución, y hacer que los ciudadanos tengan la mejor asistencia sanitaria, que es lo que todos deseamos.

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