Triste aprobación de cuentas del ICOMEM

Solo 58 médicos han aprobado las cuentas del ICOMEM. La falta de interés que genera el Colegio de Médicos de Madrid es total, necesita un importante cambio porque la sociedad española está en un momento crítico y ni los médicos ni el Colegio pueden vivir dándole la espalda. Los continuos escándalos de la Junta Directiva, la falta de seriedad en la gestión, la absoluta indiferencia de los colegiados… son muchos los temas que hacen que el ICOMEM sea un espacio absolutamente vacío y con necesidad de llenarse.

La colegiación obligatoria es una lacra que los médicos tienen que sufrir. El Colegio de Médicos de Madrid tiene un presupuesto de 7.500.000€, unas cuentas complicadas y ningún apoyo social, solo institucional. 36.000 colegiados, 600 compromisarios y las cuentas son aprobadas por 58 votos a favor y 28 en contra, ni siquiera suman 100 los médicos que acuden a la Asamblea del Colegio, y están incluidos los miembros de la Junta.

La última encuesta realizada por iSanidad deja unos resultados elocuentes, ni siquiera el 15% de los encuestados dicen sentirse representados por su Colegio. ¿Qué sucedería si la colegiación no fuera obligatoria? No se sabe, pero muchas cosas cambiarían en el entorno colegial y probablemente nada en el entorno profesional.

El Presidente García Alarilla piensa que tiene en sus manos un camino fácil hacia la reelección que tanto desea porque puede decir que su gestión ha sido impoluta y en la última Asamblea no ha habido ni siquiera preguntas insidiosas. Pero no se da cuenta que todos los problemas son pocos mirados bajo el prisma de la indiferencia del colegiado.

Para el Colegio de Médicos de Madrid y su Junta Directiva no hay excusas porque en las últimas elecciones de SEMERGEN hubo un 70% de participación (pertenecer a una sociedad científica es voluntario), en las generales de Noviembre 2011 casi 72%, en las autonómicas de Madrid de Mayo 2011 casi un 69%, mientras que en las del ICOMEM no llegó al 20% y en el comunicado de prensa se anunciaba el aumento de la participación.

¡Qué bueno sería que llegara un presidente diferente a García Alarilla  que genere algo de interés!

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