Teletrabajo, telesalud y pandemia, la oportunidad para avanzar.Francisco Ortiz Chaparro

Teletrabajo telemedicina

..Francisco Ortiz Chaparro. Licenciado en Ciencias Políticas y Económicas. Profesor de política económica en el ITEP e impulsor del teletrabajo en España.
En estos días en que el teletrabajo se ha impuesto como consecuencia de la pandemia de la Covid-19, me gustaría refrescar algunas ideas que impulsé a mediados de los años 90 del siglo pasado, cuando el teletrabajo era algo completamente desconocido, y que hoy están de plena actualidad en todos los ámbitos, aunque me voy a centrar en el ámbito sociosanitario.

Para empezar, tenemos que saber que el teletrabajo, respecto a la salud, tiene ventajas e inconvenientes. Entre sus ventajas está que nos permite llevar una vida saludable si se puede vivir en lugares con menos contaminación. Podemos disponer de más espacio, menos estrés, menos posibilidad de contagios (¡clave ahora!) y, por tanto, ahorraremos tiempo y cansancio en desplazamientos.  Incrementaremos nuestra satisfacción por la mejora de la productividad y tendremos más posibilidades de conciliación de vida familiar (aunque el confinamiento introduce el inconveniente de que los niños permanecen en casa en jornada laborable). En el lado de los inconvenientes, tenemos que tener presente que el teletrabajo puede inducir a prácticas menos contrastadas en cuanto a salud e higiene en el trabajo. Por ejemplo, mala iluminación, ventilación o temperatura adecuada. Unas malas praxis que puede afectar a la visión, las posturas correctas, o no saber desconectar. También puede incrementar el sedentarismo.

Entre las ventajas del teletrabajo está que nos permite llevar una vida saludable si se puede vivir en lugares con menos contaminación

Por ello, hay que asegurar el bienestar con medidas “clásicas” de planificación horaria de conexión y desconexión, equilibrio en la asignación de tareas, cumplimiento, en casa, de las normas de seguridad e higiene en el trabajo, al mismo tiempo que se aprovechan las oportunidades que ofrecen las nuevas tecnologías que ayudan a mejorar el rendimiento. Ahora mismo, las tecnologías de realidad virtual son una baza interesante, ya que pueden crear entornos de inmersión que modifican nuestra experiencia sensorial para inducir o cambiar el estado de ánimo. Todo orientado al bienestar.

Dicho esto, se está demostrando que el teletrabajo también es un buen aliado para el desarrollo de la telemedicina y la telesalud porque las tecnologías informáticas aplicadas a la medicina pueden ser herramientas muy interesantes para la sostenibilidad del sistema sanitario. En este ámbito hay ya practicas muy interesantes, tanto orientadas a informar y educar al paciente en hábitos saludables, a través de los portales específicos para ello, como dentro de la consulta. Hablamos de teleconsulta, tediagnóstico, envío y consulta de radiografías, resonancias magnéticas o telemonitoreo. La telesalud permite a facultativos de atención primaria y hospitalaria atender a pacientes remotos, mayores o discapacitados con problemas de salud sin que se desplacen, reducir hospitalizaciones y hacer más independientes a enfermos crónicos. Algo extraordinariamente importante en una sociedad cada vez más longeva, que necesita cuidados de larga duración y que muy probablemente pueda recibirlos en su domicilio.

El teletrabajo también es un buen aliado para el desarrollo de la telemedicina y la telesalud porque las tecnologías informáticas aplicadas a la medicina pueden ser herramientas muy interesantes para la sostenibilidad del sistema sanitario

En este contexto, la pandemia de la Covid-19 ha provocado una “explosión” del teletrabajo, con sus ventajas y sus inconvenientes. Por una parte, se ha impuesto a quienes todavía se resistían a asimilarlo como una buena fórmula de trabajo que permite incrementar la productividad, la calidad de vida personal y colectiva, y la alfabetización digital. Pero, al mismo tiempo, está obligación de adoptar esta nueva manera de trabajar de forma tan urgente está incurriendo en algunas malas prácticas porque no se siguen las pautas que ha de aplicar todo programa de implantación del teletrabajo, entre ellas las referentes a la salud. La pandemia ha puesto al descubierto falta de madurez tecnológica en empresas, instituciones y trabajadores, pero también plantea la oportunidad de mejorar las aplicaciones tecnológicas, en todos los ámbitos, como el sanitario.

Porque cuando hablamos de teletrabajo no solo nos referimos a trabajar de forma remota a nivel físico. Sino también, a impulsar los últimos avances en inteligencia artificial o en BigData que podría obtener conclusiones a partir de muchos datos de pacientes de la Covid-19. Conclusiones que no son detectables con una lógica determinista, pero que supondrían un paso fundamental en el conocimiento y posterior tratamiento del coronavirus. Tanto en el campo de la investigación médico-farmacológica o asistencial, como en el ámbito de la profilaxis y la logística.

Teletrabajo no solo es trabajar de forma también es impulsar los últimos avances en inteligencia artificial o en BigData

Por dar unos ejemplos, el empleo de robótica y de dispositivos autónomos permite manejar elementos reduciendo el contacto directo entre personas; los drones que se aplican al transporte de medicinas y otros repuestos necesarios en las zonas de brotes; o el blockchain, que también tiene su parte de protagonismo en el trabajo contra la expansión del coronavirus. Como señala GlobalData: “servicios habilitados mediante la cadena de bloques se están empleando en los hospitales para reducir el tiempo empleado en trabajo administrativo y destinar personal en primera línea”.

En este escenario cabe preguntarse ¿El teletrabajo ha venido para quedarse? Creo que sí. Pero, con independencia del grado en que se utilice y consolide, lo que es claro es que la pandemia del coronavirus proporciona una ocasión excelente para perfeccionar e incentivar las aplicaciones de las TIC y la Telesalud a personas, empresas e instituciones de las que todo el mundo puede salir beneficiado. Al mismo tiempo, avanzaremos en una manera de trabajar que, bien planificada, puede aportar bienestar, ser más saludable y contribuir a la conciliación de la vida, tanto laboral como profesional, agilizando procesos administrativos de los que se puede prescindir.

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