¿Cómo puede el Gobierno ahorrar los 10.000 millones de euros que necesita aplicar en el SNS?

El problema de los recortes económicos que respecto a la Sanidad y la Educación está planteando el Gobierno, buscando un sentido práctico y de forma bastante racionalizada, han saltado a la palestra de la información con objeto de ayudar a los responsables de Sanidad por un lado e informar al ciudadano por otro, para que tome conciencia de la gravedad de la situación. A mayor información mayor será la colaboración que las autoridades podrán encontrar.

La FADSP, Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública, acaba de hacer unas serias consideraciones que intentan aclarar el potencial ahorro que el Gobierno podría alcanzar si se aplican las razonadas medidas que propone

Prescripción de medicamentos. Apuesta por reducir el 50% de los medicamentos innecesarios en pacientes menores de 65 años. Con ello se podría reducir el gasto farmacéutico en 1.100 millones de euros. Con el copago de 1 euro por receta no se llegaría a alcanzar más de 973 millones, a los que habría que restar el gasto administrativo de su implantación.

Ingresos hospitalarios
El consumo de medicamentos por esta vía produce, aproximadamente, un 12% del gasto farmacéutico en España. Teniendo en cuenta que alrededor de la mitad de estos son previsibles, se proponen medidas que pueden conseguir una reducción de ese 50% de ingresos, como consecuencia de las reacciones adversas a los fármacos que se prescriben. Esta medida aportaría no solo una cifra de ahorro que puede cifrarse en más de 1.000 millones sino un beneficio para la salud general de los pacientes.

Copago hospitalario
La recaudación que por este camino podría obtenerse, en el caso de implantarlo con la cuantía en principio prevista de 10 euros por estancia diaria y 70 por ingreso, solo aportaría una cifra de recaudación de 270 millones.

Ante esta circunstancia, en favor de una medida más eficaz, propone desarrollar determinados controles sobre los efectos adversos que en el paciente suelen producirse durante su estancia hospitalaria y que, según se estima, se da en el 13% de los pacientes ingresados, que pueden ser evitables en un 44% de los mismos. Al disminuirse un 30% de estos efectos adversos que provocan las estancias hospitalarias, se podría llegar a un sensible gasto innecesario de 566 millones que, además, resulta perjudicial para el paciente.

Este capítulo, según la FADSP, es tan importante que, con el debido control de los ingresos y con la mejora en la gestión de la hospitalización –tan necesaria en algunos casos- podría alcanzarse un ahorro nada desdeñable de 5.000 millones. Se trata de evitar el peso que representa la cruda cifra de esos 14 millones de estancias inadecuadas que se dan en España, de las cuales el 87% son financiadas con dinero público.

Hospitalización por accidentes
Los accidentes son también un vivero de hospitalizaciones inadecuadas o innecesarias. Una adecuada vigilancia sobre ellas puede llevar a producir un ahorro de hospitalizaciones del 10%. ¿Qué hacer en estos casos? Potenciar la AP, incrementando al mismo tiempo su capacidad resolutiva, de tal manera que puedan llegar a disminuir las listas de espera. Esta medida podría aportar un ahorro superior a 450 millones. En cambio, con el establecimiento de un copago de 10 euros por ingreso solo se ingresarían menos de 190.

Traspasar a la AP ciertas consultas hospitalarias
Otra de las propuestas consiste en traspasar a la Atención Primaria al menos un 25% de las consultas que se realizan en los hospitales. Representan un coste de 140 euros por consulta en hospital, frente a los 85 si se realizan en AP. Esta medida representaría un ahorro cercano a los 1.000 millones –concretamente, 970- Con la salvedad de que si se aplica una tasa de 10 euros por consulta a todos los usuarios, independientemente de su nivel de renta, la recaudación podría llegar fácilmente a más de 700 millones.

Alta tecnología diagnóstica
Actualmente el grado de sobreutilización de esta tecnología es, también, demasiado alto. En algunos casos llega a tal extremo que se considera que nada menos que un tercio de los diagnósticos por imagen que se realizan a través de ellas, son innecesarios. Por lo cual, se estima que su adecuada racionalización puede representar un ahorro de 190 millones, dándose la circunstancia de que si se estableciera una cuota-tasa de solo 10 euros por la utilización de cada servicio de TC o RM podría obtenerse un ingreso complementario de más de 55 millones de euros.

Mutualismo administrativo
Este interesante tema está bastante matizado en su pormenorizado análisis. La incorporación del mutualismo administrativo en el SNS supondría solo un coste de 81 euros por urgencia y 46 por consulta, con lo cual el ahorro podría ser de 154 millones en urgencias y55 en consultas externas. Total, otros 209 millones.

Como consideración final la Federación lanza esta idea: “Sin incluir el incremento de la calidad de asistencia y otros aspectos favorables de las medidas hasta aquí expuestas, los beneficios están basados en las recomendaciones de la OMS. La evidencia científica y el sentido común generaría un ahorro cuatro veces superior a la recaudación que pudiera alcanzarse con el copago.

La aplicación de las medidas antes citadas implicarían un ahorro muy cercano a los ansiados 10.000 millones de euros. Cifra muy superior al ingreso que podría obtenerse con el establecimiento de la más que discutida cuota del copago, que tanta tormenta política está generando y que, además, solo generaría una cifra de ingresos inferior a 7.300 millones.

Como se ha indicado anteriormente, la gravedad de la situación está moviendo a otros estamentos y generando nuevas acciones que, lamentablemente, no son suficientemente conocidas dado que hay cierta falta de información sobre ellas. Por ejemplo, el Consejo Interterritorial se ha planteado con urgencia el estudio de las reformas adecuadas que llevarán a un ahorro a nuestro SNS de 7.000 millones anales. Entre las medidas que barajan está el estudio del copago, el “medicamentazo” y la reestructuración de la cartera de servicios básicos, tan debatida por las CC.AA. Sin informaciones concretas, parece ser que las medidas a implantar no pasan por la contemplación de la movilización de los recursos humanos. Tema que está creando una lógica ansiedad colectiva entre los profesionales de la Medicina

Por otro lado, la Ministra de Sanidad, Ana Mato, no ceja en su larga carrera de actividades para concienciar directamente y solicitar la colaboración de todos los integrantes del sector sanitario. Su última aparición pública fue hace pocos días en el Auditorio madrileño Rafael del Pino, con motivo de la entrega de los Premios “Fundamed-El Global” donde indicó: “Solo trabajando unidos podremos alcanzar con éxito los recortes que debemos acometer”

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