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Suprimir el visado de inspección de la triple terapia de la EPOC supondría una clara mejora de la calidad de vida de los pacientes respiratorios. Supondría facilitar el acceso al mejor tratamiento, incrementar la adherencia y acabar con la falta de equidad. Así lo defiende Iñaki Morán, responsable de la Coordinadora Nacional de Pacientes con EPOC de Fenaer. Es su análisis de la respuesta dada por la Administración sanitaria a la pregunta parlamentaria sobre la prescripción de la triple terapia de la EPOC.
La Coordinadora considera que las razones expresadas por el Ministerio para rechazar la eliminación del visado “son absolutamente inconsistentes y muy fácilmente rebatibles”. La Federación ha remitido a la Dirección General de Farmacia un escrito conjunto con SEPAR. En él se rebate punto por punto los argumentos de la respuesta parlamentaria. No deja lugar a dudas sobre la postura de los pacientes respiratorios ante esta prescripción.
Fenaer defiende que suprimir el visado de inspección de la triple terapia de la EPOC supondría una clara mejora de la calidad de vida de los pacientes respiratorios
“Si algo nos ha enseñado la pandemia es que el bienestar de los pacientes crónicos depende en gran parte de su conocimiento de la enfermedad”. Son palabra de Morán, que añade la importancia de la capacidad de los pacientes para mantener al día sus tratamientos. “No tiene ningún sentido” seguir defendiendo la intermediación burocrática para la prescripción de un tratamiento más efectivo en todos los sentidos, señala Morán. Además, recuerda que reduce los costes en farmacia a las administraciones sanitarias.
Argumentos como que el visado es un mecanismo conocido y aplicado para otras prescripciones “nos parecen muy básicos y fuera de lugar”, indica. Las consultas sobre el visado “debieran haberse realizado a las sociedades médicas involucradas y a los representantes de los pacientes, que somos los que conocemos de forma directa los problemas, retrasos y desigualdades que conlleva. Que una administración pregunte a otra sobre un trámite burocrático que pone trabas al trabajo de los profesionales sanitarios y dificulta el acceso igualitario de los pacientes a una evidente mejora en su tratamiento diario resulta, cuando menos sorprendente. Una vez más se habla de los pacientes como si fuésemos un colectivo anónimo y sin opinión, sin capacidad para valorar la idoneidad de nuestros tratamientos”, afirma el portavoz de los pacientes con EPOC.
