Los hematólogos disponen de un nuevo manual sobre las consultas frecuentes en coagulopatías

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..Redacción.
La Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia (SETH), en colaboración con Novo Nordisk, han lanzado el manual de apoyo Consultas frecuentes en coagulopatías”. Gracias a este, los hematólogos cuentan con una nueva herramienta de apoyo en su práctica clínica habitual de las coagulopatías.

El objetivo es “dar respuesta a las consultas más habituales acerca de los trastornos de la hemostasia que pueden surgir en el contexto de una guardia o en la práctica clínica habitual”. Así lo explica la Dra. María Teresa Álvarez, jefa de Sección de Hemostasia del Hospital La Paz de Madrid y coordinadora del documento.

Dra. Álvarez: “Se ha intentado abarcar todas las preguntas tanto de laboratorio como de manejo clínico que se pueden presentar en una situación de urgencia” 

Hematólogos-coagulopatíasA través de cinco bloques, el manual incluye consultas relacionadas con las pruebas básicas de coagulación, con las coagulopatías, la relación coagulopatías-embarazo, coagulopatías en pediatría y consultas relacionadas con la reversión de la anticoagulación. Según la Dra. Álvarez, “se ha intentado abarcar todas las preguntas tanto de laboratorio como de manejo clínico que se pueden presentar en una situación de urgencia y en la que es fundamental un manejo adecuado desde un primer momento”.

Por otro lado, los hematólogos cuentan con un apartado dedicado a los trastornos adquiridos de la coagulación, ya que su incidencia es mayor que la de las coagulopatías congénitas. Por tanto, “son motivo más frecuente de interconsulta”, aclara la coordinadora. Además, todos los temas se han seleccionado “por su frecuencia y complejidad”.

Una de las coagulopatias más frecuentes es la hemofilia adquirida, cuya incidencia se estima en 1,5 casos por millón de habitantes al año

Una de las coagulopatias más frecuentes es la hemofilia adquirida (HA). De hecho, su incidencia se estima en 1,5 casos por millón de habitantes al año. La distribución por edades presenta un patrón de dos fases. Por un lado, con un pico de incidencia en personas entre los 20 y 30 años, que corresponde básicamente a mujeres que desarrollan esta patología en el posparto. El segundo pico se sitúa entre los 68 y 80 años y engloba a la mayoría de los pacientes con hemofilia adquirida (HA) sin diferencia de sexos.

La mitad de los casos de HA se clasifican como idiopáticos o espontáneos. Mientras que, en la otra mitad, esta coagulopatía se desarrolla fundamentalmente en el marco de enfermedades autoinmunes, neoplasias y posparto.

Efectos del Covid-19
Ante la pandemia de Covid-19, el abordaje de las coagulopatías ha cambiado. Ahora se están aplicando protocolos para minimizar el riesgo de contagio por SARS-CoV-2 en dichos pacientes. Para ello, los especialistas utilizan la telemedicina con el fin de reducir al mínimo el número de consultas presenciales y detectar si el paciente tiene Covid-19.

Seimc-covid-19En cuanto al riesgo de infección por Covid-19, este no parece ser mayor en pacientes con coagulopatías congénitas

En caso positivo, “el manejo deben realizarlo profesionales expertos”, asegura la Dra. Álvarez. Además, recuerda que “los programas de telemedicina permiten evaluar si ha cambiado el fenotipo hemorrágico del paciente o el estado articular durante el confinamiento. Así como evaluar su adherencia al tratamiento y si los cambios sociales, culturales y laborales están influyendo en el curso de su enfermedad”.

En cuanto al riesgo de infección por Covid-19, este no parece ser mayor en pacientes con coagulopatías congénitas. Además, la evolución de la enfermedad tampoco es más grave. Sin embargo, en caso de producirse, es esencial manejar al paciente en contacto estrecho con un profesional experto en coagulopatías.

“La valoración del riesgo trombótico/hemorrágico de un paciente diagnosticado de coagulopatía congénita y Covid-19 es complejo. Al igual que la decisión de si debe ser anticoagulado con heparinas de bajo peso molecular (HBPM)”, matiza la Dra. Álvarez.

La trombocitopenia es, después de la anemia, la alteración hematológica más frecuente que se detecta durante el embarazo

Coagulopatías y embarazo
Durante el embarazo se producen importantes cambios en la hemostasia que condicionan un estado de hipercoagulabilidad. Además, los tiempos de coagulación en la mujer gestante están acortados.

La trombocitopenia es, después de la anemia, la alteración hematológica más frecuente que se detecta durante el embarazo. Ocurre en un 4,4-11,6% de las gestantes y representa el 75% de las trombocitopenias del embarazo. La trombocitopenia gestacional no precisa tratamiento ni se asocia a complicaciones hemorrágicas.

Hematólogos-coagulopatíasEn cuanto al asesoramiento a las mujeres con coagulopatías congénitas, los hematólogos deben tener en cuenta el riesgo hemorrágico, otras complicaciones del embarazo inherentes al déficit de factor y la posibilidad de que el feto herede la coagulopatía. Las portadoras de hemofilia deben conocer sus opciones reproductivas antes de planificar un embarazo.

No debe realizarse una prueba de imagen a todos los niños hemofílicos que consulten por un traumatismo craneoencefálico

Coagulopatías en niños
El manual también se refiere al riesgo de la hemorragia cerebral en recién nacidos con hemofilia, ya que este es mayor que en población general. En este sentido, los especialistas no recomiendan de manera universal el cribado mediante una prueba de neuroimagen. En cambio, sí lo aconsejan ante factores de riesgo. Tampoco debe realizarse una prueba de imagen a todos los niños hemofílicos que consulten por un traumatismo craneoencefálico. Se debe limitar a aquellos pacientes que presenten clínica neurológica u otros factores de riesgo.

Según la Federación Mundial de Hemofilia, el tratamiento óptimo de un niño con hemofilia A o B consiste en la administración de profilaxis continuada en un momento precoz de la vida. Su objetivo es evitar la aparición de artropatía hemofílica. Así, aquellos niños que iniciaron la profilaxis antes de los 2 años de vida tuvieron una mayor proporción de articulaciones sanas al compararse con niños que comenzaron la profilaxis entre los 3-5 años y 6-9 años de edad.

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