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La microbiota intestinal, fundamental para mantener la salud, influye en nuestro sistema inmunitario. Por ello, la población cada vez está más concienciada con el cuidado de su salud digestiva así como con la importancia de mantener un sistema inmunitario fuerte para un abordaje preventivo de las infecciones.
Para el cuidado de la microbiota existen diferentes vías, como el uso de prebióticos y probióticos. Los prebióticos son fibras de origen vegetal que, mediante un proceso de fermentación en el colon, nutren a las bacterias intestinales, estimulando su crecimiento. Por otro lado, los probióticos son bacterias vivas, cepas específicas y beneficiosas para el ser humano, que se añaden a la microbiota.
Dra. Arriaza: “Es necesario determinar la cepa específica de probióticos y prebióticos para tratar cada patología o dolencia y que sea más efectiva”
“Los prebióticos alimentan a nuestra microbiota y los probióticos son las bacterias que introducimos en nuestro intestino para que formen parte de la microbiota”, afirma la Dra. Encarnación Arriaza, directora médica del Grupo Farmasierra. Además, tanto prebióticos como probióticos se complementan a la hora de mejorar nuestra microbiota intestinal.
A la hora de tomar estos productos básicos de autocuidado, hay que tener en cuenta que la orientación de los profesionales sanitarios es vital. Según la Dra. Arriaza, “es importante distinguir que no todos los probióticos ni todos los prebióticos son iguales. Es necesario determinar la cepa específica para tratar cada patología o dolencia y que sea más efectiva”.
En el caso del Síndrome del Intestino Irritable (SII), por ejemplo, existe mucha evidencia científica de qué probióticos sirven para tratar la patología
En el caso de los probióticos, una cepa determinada puede tener una indicación específica, por lo que es muy importante saber para qué patología sirve. Mientras que, con respecto a los prebióticos, existen fibras solubles e insolubles, fermentables y no fermentables. Por lo qué también es importante saber qué tipo de fibra se necesita para cada patología.
Tratamiento del Síndrome del Intestino Irritable
En este sentido, hay que tener en cuenta la existencia de evidencia científica que acredite que esas cepas de probióticos y esos tipos de prebióticos sirven para tratar la patología. “Sobre el Síndrome del Intestino Irritable (SII), por ejemplo, existe mucha evidencia científica de qué probióticos sirven para tratar la patología. En Farmasierra contamos con Alflorex, un producto sanitario indicado para el tratamiento del SII que contiene la cepa 35624® de Bifidobacterium longum. Esta ha pasado por estudios clínicos que prueban su eficacia para tratar esta patología”, explica la experta.
Aunque estos productos no presentan contraindicaciones, sí se recomienda un seguimiento por parte de un profesional sanitario en caso de tener algún tipo de patología inmunodepresora
Por otro lado, si se tiene alguna intolerancia, como a la lactosa o al gluten, el uso de probióticos y prebióticos es aún más importante. El motivo es que estos complementos fabricados de forma estandarizada pueden ayudar a mejorar la microbiota intestinal de estas personas.
Aunque estos productos no presentan contraindicaciones, sí se recomienda un seguimiento por parte de un profesional sanitario en caso de tener algún tipo de patología inmunodepresora. Al tomar probióticos se introduce una bacteria en el organismo.
Es bueno hacer una suplementación y tomar complementos, tanto de prebióticos como de probióticos, para mejorar la salud intestinal
Aunque los prebióticos puedan encontrarse en alimentos como la piña, la cebolla, el ajo o el espárrago de manera natural, las cantidades de estos alimentos que deberían comerse para conseguir la fibra proporcionada por un prebiótico serían ingentes. Por ello, lo recomendable es llevar a cabo una dieta saludable, comer despacio y realizar cinco comidas al día.
Por último, es bueno hacer una suplementación y tomar complementos, tanto de prebióticos como de probióticos, para mejorar la salud intestinal. Sin embargo, siempre deben contar con una garantía farmacéutica de fabricación. “Es muy importante que estos productos se fabriquen de forma estandarizada y cuenten con la garantía farmacéutica”, concluye la Dra. Arriaza.
