La Polimedicación en los mayores de 65 años puede provocar trastornos vasculares

Alfonso González
En los países desarrollados suele ser habitual que exista un elevado número de pacientes polimedicados como consecuencia del progresivo envejecimiento de la población debido a los avances científicos de la medicina que está superando enfermedades antes mortales y que ahora no lo son. Sin embargo los ancianos, al ser un colectivo de alto riesgo, por su morbilidad pueden presentar ciertas reacciones adversas a los medicamentos (RAM) debido a diversos factores, como la farmacocinética de los medicamentes, que se da con más frecuencia en los mayores que en los jóvenes. Los ancianos suelen tener problemas con el manejo de los medicamentos, tanto por exceso como por defecto. El número de medicamentos que consumen las personas mayores tiende a incrementarse con la edad, por lo cual están más expuestos a las RAM. Se calcula que el 40% de ellas toman 5 ó más medicamentos diferentes cada semana. Para intentar prevenir estas RAM es necesario conocer cuales son los fármacos responsables de las mismas. La primera medida que debe adoptarse es evitar la prescripción de aquellos fármacos que presentan un balance riesgos-beneficios inaceptable. En 1991 un grupo de expertos redefinió los criterios elaborados por el geriatra estadounidense, el Dr. Mark Howard Beers, (1954-2009), revisados posteriormente en dos ocasiones. Incluyen una relación de aquellos fármacos que debería evitarse su medicación a este grupo de pacientes. (Ver cuadro anexo)

Según la SETH, Sociedad española de Trombosis y Hemostasia, la polimedicación puede producir, con cierta frecuencia., un riesgo vascular en el citado colectivo. Opinión que se ha visto reforzada recientemente por el estudio llevado a cabo en el centro de salud de San Andrés-El Torcal de Málaga, presentado en Sevilla en el marco de un congreso de médicos de familia,. Según él, cuatro de cada diez pacientes mayores de 65 años polimedicado tiene prescrito de forma inadecuada al menos un fármaco.

El estudio se realizó sobre una muestra de más de 2.600 pacientes que tenían estas características: ser mayores de 65 años, de los cuales el 63% eran mujeres y el 37 hombres, con un consumo medio de fármacos al día de 10,8. Sus enfermedades más frecuentes eran la hipertensión arterial en el 77% de ellos, diabetes mellitas tipo 2, el 38, dislipemia en el 36%, obesidad un 33 y enfermedad obstructiva crónica en el 14 %.

Los autores del estudio, advierten que la medicación de un 40% de ese grupo de pacientes, tiene prescrito por lo menos un medicamento inadecuado, un 24 % incumple con dos fármacos y un 4% tenían prescrito tres. Entre los analizados como inadecuados se encuentran benzodiazepinas de vida media no corta el 28%, doxadzosina un 15%, antihistamínicos, un 9%, antiespasmódicos un 5%, antiinflamatorios no esteroideos – AINES- de vida media larga un 5%, fluoxetina un 4%,benzodiapecinas de vida media corta un 3%, amiodarona un 3%, indometacinas un 3% y sulfato ferroso un 1%. Fueron expresamente excluidos del estudio aquellos pacientes que sufrían un gran deterioro cognitivo.

Según otros estudios se calcula que entre un 19 y un 20 % de los casos atendidos en los servicios de urgencia y hasta un 20 % de los ingresos hospitalarios de pacientes mayores guardan una relación con los efectos producidos por el exceso de consumo de ciertos medicamentos. En España, los datos publicados sobre la prevalencia de pacientes polimedicados son escasos- Con el fin de fijar con mayor rigor este dato se ha realizado un nuevo estudio cuyo contenido se ha publicado en las oportunas revistas técnicas del sector. En él se ha establecido que está muy cercana al 50% de lo muestra de los enfermos consultados. Concretamente 2919 pacientes mayores de 65 años.

Conviene tener en cuenta que los problemas relacionados con los medicamentos RAM están vinculados al tratamiento farmacológico del paciente e interfieren o pueden interferir en los resultados esperados. Puede darse una falta de eficacia preventiva o terapéutica de los medicamentos correctamente indicados, producir interacciones entre ellos, así como reacciones adversas, además de generar un incremento de ingresos hospitalarios, con lo cual se da una utilización ineficiente de los recursos sanitarios.

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