Lola Granada
Los 533 millones de euros que tiene que recortar el Consejero Fernández-Lasquetty son una losa muy pesada a la que hay que añadirle los problemas que la implantación del plan inicial se está encontrando. Si se deja al margen el rechazo social y profesional que tiene en pie de guerra a toda la sociedad, se puede ver que ahora se abre un nuevo problema con la más que posible eliminación de los 83 millones de euros presupuestados de la tasa del “euro por receta”.
La medida se está volviendo contra el Presidente Ignacio González. Por un lado él considera que es algo disuasorio pero la realidad es que los madrileños lo ven como una carga, por otro lado para él “entra dentro del margen de las competencias de las Comunidades autónomas”, pero el Gobierno de Mariano Rajoy, compañero de partido, lo ha llevado al Tribunal Constitucional y todo el mundo afirma que ganará el recurso.
El problema vuelve a llegarle al Consejero de Sanidad, que se ha “hartado” de explicar los detalles del plan de recortes, que incluían una recaudación de 83 millones de euros por esta tasa, y esa partida tiene que ser ahora recuperada de algún otro lado. Desde AMYTS y CESM ya tuvieron que claudicar y aceptar esta medida para que les salieran las cuentas y que su propuesta recuperara los 533 millones de euros. Ahora que ya no se puede contar con ella, ¿de dónde se va a sacar?, ¿quién va a asumir esa cantidad?, ¿quién puede soportar esa carga?
Lasquetty ya no puede asumir ni más privatizaciones, ni más medidas polémicas, ni más enfrentamientos. Los problemas derivados de un ajuste tan drástico y tan cerca del límite legal, es que ante cualquier incidencia ya no hay margen, y si había margen es que Lasquetty ha “apostado” demasiado fuerte contra la profesión médica.
