En 11 días los antibióticos pueden reducir al mínimo la biodiversidad de las bacterias intestinales

El pasado mes de diciembre el director de Farmacia de HM Hospitales, José Manuel Ortega, participó como ponente en la Jornada “Interacciones Dieta y Xenobióticos en el siglo XXI”, organizada por la Universidad CEU San Pablo y el Instituto Tomás Pascual. Un encuentro celebrado con el objetivo de reconocer las principales interacciones que producen entre los distintos grupos de medicamentos y los alimentos, resolver los casos de mutua influencia dieta-xenobióticos que se presentan con más frecuencia en el ejercicio diario de la profesión sanitaria y aportar elementos de criterio para la toma de decisiones respecto a las medidas a seguir.

“Se puede definir una interacción entre alimentos y medicamentos como la que resulta en la aparición de un efecto farmacológico, tóxico o terapéutico, de intensidad mayor o menor de la esperada, que se presenta como consecuencia de la acción o presencia de una alimento sobre un fármaco o viceversa”, declara Ortega. En este sentido, añade, “el concepto de la interacción dieta y xenobiótico amplía de forma más general el concepto tradicional de interacción dieta-medicamento al del de los compuestos bioactivos, aditivos, contaminantes, alérgenos, etc”.

Las interacciones se pueden clasificar según el mecanismo que explica la interacción, que puede ser farmacocinético y farmacodinámico. El responsable de Farmacia de HM Hospitales detalla las que son más importantes clínicamente: “Es conocida tradicionalmente la interacción del anticoagulante Sintrom® con alimentos que contienen gran cantidad de vitamina K, como las coles de Bruselas, la coliflor, y el repollo, ya que pueden disminuir los efectos de este medicamento. Asimismo, el pomelo es un inhibidor enzimático de muchos medicamentos, con lo cual muchos de ellos aumentan los niveles plasmáticos y su toxicidad”.

El tratamiento con antibióticos puede alterar la flora intestinal
Por otro lado, un estudio llevado a cabo por la Universidad CEU San Pablo y el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), revela que los antibióticos producen cambios en los patrones microbianos y metabólicos del intestino. Por primera vez se han analizado las bacterias, genes, enzimas y moléculas que forman la microbiota intestinal de pacientes tratados con antibióticos y han publicado sus resultados en la revista Gut.

El intestino está poblado por un trillón de bacterias que se conocen en su conjunto como microbiota o flora intestinal, y que han coevolucionado en simbiosis con el ser humano. Pero, según este estudio, el tratamiento con antibióticos puede alterar esta simbiosis desde etapas tempranas de la terapia. De hecho, la biodiversidad de las bacterias que forman la microbiota intestinal puede alcanzar su mínimo tan solo once días después de estar tomando antibióticos. 

Aunque al terminar el tratamiento el paciente presenta una población bacteriana similar a la que tenía al principio, éstas presentan una menor capacidad de producción de proteínas, así como deficiencias clave durante y cuando finaliza la terapia.

“La importancia de la flora intestinal estriba en que tanto sus genes como su actividades biológicas pueden contribuir a la salud o al desarrollo de enfermedades. Es necesaria porque actúa como defensa del organismo humano y, además, favorece los procesos de digestión y metabólicos, por lo que también tiene una influencia decisiva en la nutrición”, señala Ortega. Y añade que “las alteraciones de la flora intestinal se han asociado a diversos desórdenes intestinales, como la enfermedad de Crohn o el síndrome de colon irritable”.

En relación al tratamiento, el responsable de Farmacia de HM Hospitales propone “reponer la flora con Lactobacillus acidophillus, que supuestamente reemplazan la flora patógena por flora normal. En cuanto a su eficacia clínica, hay controversia, dada la muy probable inactivación de la carga bacteriana administrada por la acidez gástrica”.

De cara al futuro de esta área, HM Hospitales está desarrollando un programa de prescripción electrónica asistida “en el que hay una sección que contempla las interacciones medicamento-medicamento, generando alertas e informando sobre las condiciones de administración de fármacos (antes, durante o después de las comidas) para evitar una posible interacción o beneficiarse de ella, según el proceso de absorción del medicamento”, concluye Ortega.

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