Dr. Jesús Lago: “Quien llegue al Colegio se va a encontrar la desorganización más absoluta”

El Dr. Jesús Lago ha sido Director de la Fundación del Colegio de Médicos de Madrid. Durante su etapa al frente de la Fundación consiguió el sello de calidad Madrid Excelente como reconocimiento a una intensa labor de para los colegiados de una Formación Médica Continuada de vanguardia. Ha atendido a iSanidad para dar su punto de vista sobre la realidad de Colegio y la Fundación a pocos días de las elecciones.

1. ¿Qué se va a encontrar el nuevo Presidente que llegue al Colegio? 
La desorganización más absoluta, la falta de criterio, la falta de objetivos generales y de ninguno que beneficie a los médicos en Madrid, el egoísmo e interés personal de lo que queda de una junta que debe su puesto a Juliana Fariña y que se ha permitido el lujo no sólo de criticarla sino de cuestionar su labor altruista en beneficio de los médicos de Madrid, al frente de nuestro Colegio todos estos años.

2. ¿Y en la Fundación? 
Ya no hay Fundación. Lo que queda de lo que fue la junta de Juliana Fariña se ha encargado de destruir y desprestigiar en algunos medios de comunicación que funcionan a golpe de talonario todo lo que ella ha hecho durante estos últimos años. Entre otras cosas, la Fundación.
La Fundación del Colegio fue creada por voluntad de Juliana Fariña para mejorar la gestión económica de la inversión que se estaba haciendo en formación, para agilizar la gestión de los cursos de formación continuada y para ampliar dicha formación. Todo esto se ha hecho desde que se constituyó la Fundación. E independientemente de que lo que queda actualmente de la junta de Juliana Fariña se haya encargado de desprestigiar públicamente a la Fundación y a los que la hemos gestionado cuando ellos ni siquiera conocían su contenido a pesar de ser patronos de la misma (de 14 miembros del patronato acudían a las reuniones dos o tres de ellos siendo a veces difícil tener quórum, concretamente el vicepresidente Miguel García Alarilla, no fue a ninguna de ellas hasta que Juliana Fariña estuvo de baja, en ninguna de las dos candidaturas); los logros de la Fundación tanto en cifras de actividad como en cifras económicas están recogidos en todas las memorias tanto de la Fundación, que son públicas y accesibles a cualquier médico que quiera solicitarlas al protectorado de la CAM, como del Colegio.
Tras la dimisión de lo que ha sido durante todos estos años nuestra Presidenta y la presidenta de la junta actual y una vez, que por orden de lo que queda del patronato, Eduardo Gómez Acebo en una reunión bochornosa y fuera de lo que permite la ley, decidiera apartarme de mis funciones al frente de la Fundación, lo que queda de la junta presidida por Juliana Fariña, ha ido destruyendo todos los acuerdos previos de colaboración, eliminando cursos, disminuyendo actividad formativa para los médicos, desmotivando a los trabajadores cuyo esfuerzo durante estos años ha permitido el desarrollo y expansión de la Fundación, decidiendo cuestiones al margen de la ley como el impago de la productividad variable del año anterior a los trabajadores y finalmente motivando la asfixia de la Fundación que la ha llevado actualmente hasta casi su desaparición.

3. Los MIR reclaman, lógicamente, más formación, como el resto de los médicos. La Fundación ha tenido más de 10.000 alumnos al año, pero con la situación actual, ¿cuál es la mejor manera de incorporar a las sociedades científicas o las universidades? 
No sólo los MIR reclaman más formación, todos los médicos la reclaman, es una obligación jurídica del Colegio, no es algo que el Colegio pueda hacer o no hacer, el Colegio está obligado por ley a impartir formación a sus colegiados.
Es increíble cómo algunos medios se están haciendo eco de la manipulación de la realidad, de algunos miembros del actual junta directiva. Cuando hablan de pérdidas en la fundación es porque no son capaces de interpretar la contabilidad de una Fundación que ni siquiera conocen a pesar de ser sus patronos. En primer lugar el Colegio tiene que invertir en formación. Si reducimos el Colegio a una empresa de formación, no necesitamos Colegio. El Colegio está entre otras cosas y puesto que además está sometido a derecho público, para garantizar que la formación llegue a todo el mundo. Yo he sido el primero que he creído y que he hecho posible el que se rentabilizara al máximo la inversión del Colegio hasta el punto que con la misma aportación que el Colegio ha hecho y que ha permanecido invariable en los últimos seis años, la Fundación ha multiplicado por tres sus actividades formativas no sólo en número de cursos sino en horas lectivas impartidas y en número de alumnos atendidos.
La Fundación ha sido la única que ha aumentado su patrimonio comprando una subsede y centro de formación en Parla que permanece cerrado gracias a nuestra actual junta directiva que ha sido incapaz de ponerla en marcha. Este aumento patrimonial ha supuesto una inversión de 0 euros al Colegio y a los colegiados y es fruto exclusivamente del trabajo de Juliana Fariña, del trabajo de los trabajadores de la Fundación al frente de la Fundación y de mi trabajo, gracias al cual pudimos hacer una fusión con otra Fundación que nos permitió adquirir el patrimonio suficiente para adquirir y reformar el local de Parla, el local, subsede, centro de formación cuya situación ni conocen los actuales miembros de la junta directiva ya que nunca han ido a verlo.
Pero la realidad, la única realidad de la que entienden los colegiados es que independientemente de las interpretaciones partidistas de la contabilidad, ellos vienen invirtiendo exactamente la misma parte de su cuota colegial en los últimos seis años en formación y paralelamente vienen recibiendo tres veces más cursos, tres veces más horas lectivas impartidas y tres veces más alumnos, médicos de Madrid, atendidos.
Pero volvamos a su pregunta, sí, es cierto que en el último año atendimos a 13.000 colegiados, la Fundación atendió a más médicos que todo el Colegio junto, casi un tercio de toda la colegiación en un año. Respecto a la relación con sociedades científicas y con la universidad, si realmente los actuales patronos supieran gestionar la Fundación sabrían que son relaciones fundamentales que nosotros cuidamos mientras estábamos al frente escrupulosamente: hicimos acuerdos de colaboración con infinidad de sociedades científicas, la sociedad castellana de cardiología, la sociedad madrileña de neumología, la sociedad de medicina psicosomática, la asociación española contra el cáncer, con infinidad de ellas. Ni que decir tiene la importancia de ir de la mano de la universidad y por eso lo fuimos potenciando en los últimos años mediante acuerdos con la Universidad Complutense de Madrid, con la Universidad Rey Juan Carlos, con Universidad de Alcalá, con Universidad de Salamanca y un largo etcétera. La universidad tiene la capacidad de impartir títulos propios y nos permite dar títulos a nuestros médicos con el respaldo del Colegio y con el respaldo universitario. Pero además no sólo los acuerdos con sociedades científicas y universidades son necesarios por todos estos motivos, además son beneficiosos económicamente, beneficiosos para la Fundación y finalmente beneficiosos para nuestros médicos. Pero probablemente esto es hablar un lenguaje desconocido para nuestros actuales dirigentes.

4. Los recortes son un gran problema para los próximos años, ¿cómo puede paliar en alguna medida la Fundación este problema que aparecerá en el futuro? 
Claro que son un problema, lo estamos viviendo ya todos los médicos, de ahí quizá el ansia de permanencia del poder. Pero las medidas que puede aplicar la Fundación ya las estábamos aplicando: criterios de gestión moderna, productividad variable a los trabajadores, motivación y formación a los trabajadores para que aumenten su productividad. Ya dentro del campo de la gestión, la fundación es una empresa de servicios y los servicios los dan los trabajadores, si no están motivados, si sienten que se les amenaza arbitrariamente, si sienten que no se les paga algo que es justo pagarles porque han cumplido sus objetivos, los trabajadores sedesmotivan, cae la productividad y si además vienen los recortes económicos el descenso de servicios es manifiesto. La única manera de sostenerse en una época de crisis es trabajar a veces no más sino mejor y con más motivación y eso es lo que hicimos en la Fundación bajo la Presidencia de Juliana Fariña. Desgraciadamente esto es lo que actualmente han destruido.

5. ¿Qué puede aportar el colectivo de jubilados a la Fundación y sus cursos?, ¿tienen cabida?, ¿tendría éxito? 
Por supuesto. Todos los médicos tienen cabida en la Fundación, a todos les hemos atendido. Hemos impartido cursos para médicos jubilados, cursos que han sido muy bien valorados como por ejemplo los cursos de informática a nivel de usuario. Los médicos jubilados tienen la experiencia que les han dado los años de ejercicio. Nunca me olvidaré del profesor Zarco, en la primera candidatura de Juliana Fariña que, con sus 73 años viajaba por todo el mundo a impartir conferencias que preparaba y repasaba en el avión en su ordenador portátil en una época en la que la informática no estaba tan arraigada como ahora, él era un médico jubilado, un médico admirado por todos nosotros capaz de aportar unos conocimientos que ninguno de nosotros probablemente nunca alcanzaremos.

6. Tanto tiempo y esfuerzo dedicados a la Fundación y al Colegio y ha salido por la puerta de atrás. ¿Qué hubiera sido necesario hacer o dejar de hacer para continuar la labor comenzada con Juliana Fariña?
Lo único que había que hacer era seguir adelante, seguir adelante con los proyectos, seguir adelante con la formación, seguir adelante con la motivación del personal, seguir estando con los resultados de la Fundación en los congresos, como estuvimos hace algunos años en el congreso de la Sociedad Española de Directivos de la Salud presentando nuestros resultados, lo único que había que hacer era no destruir, no anteponer ambiciones personales y partidistas por encima de los intereses de los médicos, lo único que había que hacer era mantener a la gente válida en su puesto o incluso potenciarla. La Fundación ha caído en la destrucción, en el desprestigio motivado por las ambiciones personales de unos pocos y esto no sólo es perjudiciall para los médicos es tremendamente doloroso para las personas que durante tantos años hemos trabajado para levantarla.

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