Lola Granada
Algunas Autonomías tienen problemas de autoridad y no aceptan recomendaciones ni imposiciones, ni del gobierno ni de la Unión Europea, tampoco el oportuno mensaje de aliento que el Rey dirigió a todos los españoles antes del comienzo del Consejo de Ministros del pasado 13 de julio, en el que con palabras firmes, nada protocolarias, nos exhortaba a todos a hacer frente con firmeza a la dura crisis económica que nuestro país está sufriendo. Por fin alguien nos dice, claramente y sin enjuagues de ningún tipo, cual es nuestro panorama económico real.
El Presidente de la Generalitat, Artur Mas, está decidido a ser más que nadie y distinguirse del resto de los Presidentes, al considerarse excesivamente presionado por los consejos dados por el Ministro Cristóbal Montoro para corregir nuestro actual déficit autonómico. Es una postura que no acepta, según dicen sus hechos. No le vale la política de “café con leche para todos” que propugna el Ministro y que le lleva a dar un paso adelante en su insumisión nacionalista, amenazando al Estado y al Gobierno, con recurrir a la Corte de Bruselas si Cataluña, al no cumplir con los objetivos de estabilidad, es intervenida.
La indisciplina autonómica no acaba aquí. Las del País Vasco y Andalucía presididas por Patxi López y José Antonio Griñán aliñan también su particular postura competencial. Una disputa que hará que el Gobierno recurra muy probablemente ante el Tribunal Constitucional, el Decreto del País Vasco, que esquiva los recortes sanitarios y el copago farmacéutico, así como el de Andalucía que establece el mecanismo de la subasta de medicamentos. Ha sido una decisión tomada en la última reunión del Consejo de Ministros del pasado viernes 13 de julio, tras examinar los informes favorables del Consejo de Estado y el Ministerio de Sanidad.
Sobre el Decreto del País Vasco, el informe del Consejo señala que las Comisiones carecen de competencia para regular el acceso a las prestaciones sanitarias, sosteniendo que dicha medida dará origen a prestaciones injustas, como es el hecho de romper el principio de igualdad. Respecto a la subasta de medicamentos de Andalucía, el Ministerio entiende que se vulneran las competencias del Estado en lo que se refiere al aspecto de legislación farmacéutica, al establecer nuevas normas reguladoras relacionadas con la prescripción normal de medicamentos.
Estos hechos alimentan la inquietud que está generando en la eurozona el panorama autonómico nacional, compuesto por unos “miniestados” a los que, en algunos casos lo único que parece importarles es lo que a lo largo de estas últimas décadas han ido consiguiendo, a pesar de la merma de poder que para el estado central representa.
