8 muertos y más de 100 afectados por la contaminación de un fármaco

Isabel González
Las autoridades sanitarias de EEUU han lanzado una alerta nacional por la contaminación de un fármaco, acetato de metilprednisolona, con un brote mortal de meningitis (meningitis fúngica) que ya ha causado la muerte de 8 personas y ha afectado a más de 100 personas en seis estados de EEUU, según los Centros para el Control y Prevención de las Enfermedades de Estados Unidos. 

Estos pacientes recibieron la inyección de estos esteroides como medida analgésica, principalmente de dolores de espalda, y al ser sometidos a pruebas para detectar la infección de hongos dieron positivo. 

La meningitis fúngica inflama las membranas protectoras que recubren el cerebro y la médula espinal y es causada por la infección de hongos. Sus síntomas son similares a la gripe y es fundamental su pronta detección y tratamiento ya que puede tener daños permanentes. Se trata de una infección rara y su principal sintomatología es cefalea, fiebre, rigidez de la nuca, nauseas, vómitos, pérdida de peso o cambios de conducta. Los posibles efectos secundarios pueden llegar a provocar discapacidad auditiva, pérdida de visión, daño cerebral e incluso ataques de epilepsia entre otros. 

El foco principal comenzó en Tennessee con 29 afectados hasta el viernes de los cuales 3 fallecieron. El brote se ha propagado a nueve estados. Florida, Indiana, Maryland, Michigan, Minnesota, Carolina del Norte, Ohio y Virginia. Según Benjamin Park, médico epidemiólogo de los CDC, al menos 75 centros sanitarios de 23 estados del país han recibido productos de los lotes contaminados, que ya han sido retirados del mercado, informó Efe. Podrían estar afectadas miles de personas entre julio y septiembre aunque muchas de ellas pueden no tener manifestada la enfermedad. El periodo de incubación es de entre 2 a 28 días, por lo que algunas personas pueden no haber enfermado. 

“Algunos lo están superando y mejoran. Algunos están muy enfermos, muy graves, y podrían morir”, dijo David Reagan, funcionario de salud de Tennessee, con relación a los pacientes del estado. 

Las autoridades recomiendan que los que recibieron la inyección hasta el 1 de julio de este año, se fueran a hacer pruebas a su centro de salud. 

Respecto a la culpabilidad de los centros donde se administraba este fármaco, los expertos aseguran que era imposible para los profesionales saber que este fármaco estaba contaminado, “La evidencia indica que es un problema con el producto”, comentó John Dreyzehner, comisario de salud del estado.

La compañía que distribuye el fármaco, New England Compounding Center, ha retirado todos los productos del mercado y en un comunicado expone que tomó la decisión porque prefería excederse en precauciones debido al riesgo de que sus productos estén contaminados. Acotó, sin embargo, que no hay indicios de que otros productos hayan sido contaminados.

Patsy Bivins, de 68 años, afectada por este esteroide, comentaba como esta intranquila desde que se lo comunicaron. Fue una de las pacientes que acudió a que le inyectaran este medicamento por un dolor crónico en la espalda. Los médicos le indicaron que no tendría que realizarse más exámenes mientras no tuviera más síntomas, “debería haber alguna forma para que le digan a uno antes de que tenga los síntomas. A decir verdad, esta situación me puso peor que antes”, se quejaba esta paciente.

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