Alfonso González
“Si dimiten los directores de centro, lo lamentaremos mucho pero los sustituiremos inmediatamente. Estos gestores pueden tener su opinión pero no pueden imponer su opinión a todos”, las palabras de Ignacio González han levantado un gran polémica entre los profesionales.
Las palabras de González han aumentado una tensión que ya ha llegado a un máximo histórico y que no es necesario seguir subiendo. La situación es límite para el sector y las reacciones no se han hecho esperar. Especialmente desde el Colegio de Médicos de Madrid que ha contestado con un comunicado muy firme: “Tratar de minimizar la trascendencia y la repercusión que puede tener una posible dimisión en bloque de los directores de centros de salud y jefes de servicios hospitalarios no es acorde con el puesto de responsabilidad que desempeñan. Cuestionar los criterios clínicos con los que actúan los profesionales sanitarios está fuera de lugar”.
“Los médicos hemos mostrado en todo momento nuestro acuerdo con la necesidad de reducción del gasto, siempre dentro de un marco de participación activa en la gestión sanitaria, y nos comprometemos con la consejería y con la ciudadanía madrileña a participar en las medidas de ahorro garantizando la calidad asistencial”, ha contestado también el Dr. Pedro González, presidente de Asociación de Facultativos Especialistas de Madrid (AFEM).
Amyts por su parte ha cifrado en 11.000 los eventuales que perderán sus puestos el 31 de diciembre con las nuevas medidas, de ellos 2.000 serán médicos repartidos entre Atención Primaria, hospitales y el SUMMA 112. Esto implicará un deterioro grave de la calidad asistencial.
Todos los colectivos han pedido a González y a Fernández-Lasquetty la necesidad de buscar “una salida consensuada”.
