La Fundación RedMadre pide al Gobierno las medidas prometidas para defender la vida

Antonio Torres. Fundación RedMadre
Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero liderando el PSOE, así como por omisión José María Aznar gobernando con el PP, -legislando los primeros y manteniendo el último lo aprobado por sus antecesores-, son los directos responsables de las leyes que propiciaron y acabaron con la posibilidad de vivir de un número cercano a los dos millones de españoles, del masivo fracaso escolar en España cuyo nivel educativo está entre los peores del mundo desarrollado y, por último, de la insensata destrucción de innumerables familias y del mismo concepto de matrimonio y familia.

Sin embargo, el Ministro de Justicia del actual Gobierno de M. Rajoy, Alberto Ruíz-Gallardón, hace un año anunciaba y defendía con valentía en el Congreso una esperanzadora ley de apoyo a la maternidad; parecían haber comprendido, sino las consecuencias morales sobre un pueblo de una ley que permite y financia desde el Estado la sistemática eliminación de más de cien mil españoles anuales, si al menos las graves consecuencias de tipo económico que a medio y largo plazo está produciendo el invierno demográfico que estamos padeciendo desde hace años en España y en el conjunto de Europa.

Pero hete aquí que la Directora General de Salud Pública del Gobierno de Rajoy, María Mercedes Vinuesa Sebastián, al informar hace unos días sobre los dramáticos datos definitivos del aborto en el año 2011, con un incremento sobre las cifras del 2010 del 4,7%, alcanzándose el pavoroso número oficial de 118.359 abortos, ha venido a declarar en el referido informe que la Ley del aborto de 2010 “garantiza la protección y eficacia de los derechos fundamentales de la mujer que solicita la intervención, en particular, su derecho al libre desarrollo de la personalidad, a la vida, a la integridad física y moral, a la intimidad, a la libertad ideológica y a la no discriminación”.

La Sra. Vinuesa no parece ser consciente de las reales y demostradas causas de soledad y abandono que han precipitado y precipitan a cientos de miles de madres embarazadas, vulnerables y con riesgo de exclusión social, a optar por la dramática opción del aborto, ni tampoco el nulo apoyo económico y mediático que reciben por parte del Estado para proseguir con sus embarazos y optar por el fundamental derecho a la vida y la maternidad, cuando sin embargo desde el mismo Estado y en plena crisis económica se han incrementado los recursos para financiar las clínicas abortistas hasta alcanzar los 50 millones de euros anuales.

Y no parece considerar tampoco la debacle demográfica que con Alemania y España a la cabeza, ha sembrado Europa y nuestra patria de una población mayoritariamente envejecida que no podrá disfrutar ya de la cobertura médica gratuita que recibía hasta hace pocas fechas ni del cobro de sus merecidas pensiones. Esa es la realidad que muestran las cifras, y esa la razón de que lleven tiempo sonando los tambores de muerte de la eutanasia, que otra vez disfrazada de “buenismo” se pretenderá aprobar en los Parlamentos de las distintas naciones europeas.

En España la situación es muy grave y estamos al borde de un auténtico precipicio demográfico de consecuencias imprevisibles, manteniéndonos sin embargo a la cola en Europa en lo relacionado con políticas de apoyo a la maternidad y la familia, conforme al estudio comparativo que recientemente hemos elaborado en RedMadre sobre los datos oficiales aportados por 24 países europeos.

Basta examinar los hechos: para asegurar el relevo generacional en España se precisa un índice de fecundidad de 2,1 hijos por mujer. Pues bien, sin abortos el índice de fecundidad en España habría sido en 2011 de 1,70 hijos por mujer residente en España en lugar de la cifra actual de 1,36.

Por otra parte, disponemos en RedMadre de una muestra de más de 15.000 madres españolas a las que nuestros voluntarios han tratado de manera directa y personal, y por supuesto ninguna de las madres que en un 80% apostaron finalmente por la vida de sus hijos, renunciando a la falaz “solución” del aborto, se han arrepentido de ser madres, aún en muchos casos rodeadas de innumerables dificultades familiares, laborales y económicas. Todo lo contrario, sus hijos son un motivo de orgullo, esperanza y alegría constante para esas madres, además de contribuir al bien común en España. 

Ninguna ley puede legitimar la muerte de un inocente, pero las claves de la reforma anunciada por el Ministro de Justicia hace un año, poniendo el acento en el apoyo decidido a la maternidad, reducirían en el peor escenario en un 80% el número actual de abortos, lo que se traduciría en salvar todos los años la vida de una media de 90.000 españoles, produciendo paralelamente una auténtica revolución cultural en España en favor de la vida, la maternidad y el  bien común de todos los españoles.

Por eso, desde la Fundación RedMadre, donde hemos experimentado con creces la eficacia en favor de la vida y la maternidad de los limitados apoyos con que contamos y que venimos brindando a las madres en riesgo de desamparo social, pedimos con carácter de urgencia al Gobierno de España que haga honor al anunció realizado hace un año por el Ministro de Justicia, derogando la ley de 2010 y tomando las medidas oportunas para que sea aprobada a la mayor brevedad una Ley que proteja por fin y decididamente la vida de los niños españoles y la maternidad.

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