La deuda sanitaria de la UE ahoga a España

Isabel González
La sanidad española ha tenido durante muchos años un “agujero en la mano”•y se hacía muy necesario recortar esta permisividad evidente para toda la oleada de extranjeros que llegaban de toda Unión Europea para el denominado “turismo de bisturí” (turismo porque no se trata de los inmigrantes que contribuyen durante un tiempo con los impuestos, sino de visitantes temporales) buscando una asistencia sanitaria de referencia que poco a poco iba dejando mella en el sistema financiero.

Una de las comunidades que más ha sufrido ha sido la Comunidad Valenciana donde se estima que el coste anual para la Generalitat de asistencia a extranjeros era de aproximadamente 15 millones de euros calculados en unos 800.000 pacientes foráneos. ¿Casualidad que la mayoría sean operaciones no costeadas por los países de origen y sí en España?

Prótesis de cadera, cataratas…incluyendo playa y sol, como en el caso que explicaba José Antonio Monago, presidente de Extremadura, que existe una página oficial del Ministerio de Asuntos Exteriores de Gran Bretaña “que explica cómo acudir a España para tener una asistencia sanitaria en determinadas materias, incluso que no son objeto de ser cubiertas por el sistema sanitario británico”. Incluso páginas web especializas en el cálculo del ahorro que supone tratarse en nuestro país y ofertan todo tipo de viajes “low cost” incluyendo entre otros alojamiento, transporte y todo tipo de operaciones totalmente gratuitas, para ellos claro.

Dos de los supuestos válidos para esta asistencia eran que respondieran a una patología diagnosticada previamente y que cuente con una autorización de su país de origen. Aunque estos supuestos en caso de crisis de estas patologías ya diagnosticadas desde hace tiempo lo permitían y lo han permitido durante demasiados años. 

Existe una complejidad administrativa para la compensación entre países en materia de servicios sanitarios según manifiesta el informe del Tribunal de Cuentas. La desactualización de las facturas, las facturas atribuidas a servicios que no se cubren, etc. Todo esto constituye un lastre para el Sistema Nacional de Salud. Una buena administración y una aceleración en los trámites resultan necesarias para la adecuación de estas estrategias. Toda la gestión tenía que pasar por Bruselas, sede la UE, que gestionaba los gastos médicos facturados por cada país y en su mayoría con un “redondeo” siempre a la baja.

Alemania un caso diferente
Con la llegada de Ana Mato se cambiaron estas actuaciones y se reguló la tramitación de las facturas de cada comunidad autónoma emitiéndose a los países de origen, pero el caso de Alemania difiere del resto. La actuación venía avalada por un informe elaborado por el Tribunal de Cuentas, en el que se demuestra la diferencia millonaria entre lo que España factura por la atención sanitaria a extranjeros y lo que paga por la que los españoles reciben fuera. En 2009, España facturó 441,1 millones de euros a 26 países de la UE más Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza por la asistencia médica prestada a ciudadanos de estos países, mientras que el gasto que supuso la asistencia de españoles en el extranjero sumó 46,2 millones. “Queremos evitar que haya ciudadanos extranjeros con solvencia económica que puedan, mediante lagunas administrativas o recurriendo a la picaresca, beneficiarse para acceder sin derecho y gratis a los servicios sanitarios de España”, señaló la responsable de Sanidad.

Alemania ahora se sitúa como el país que mas adeuda a España en cuestión sanitaria. Debe 25 millones de euros, el 18% de la cantidad global de total con los demás países de la comunidad europea que ya asciende a 138 millones. El sistema sanitario público atiende gratuitamente en España tanto al turismo como a los residentes temporales a través de la tarjeta sanitaria europea.

Un informe nuevo publicado por el Tribunal de Cuentas del 2009, pone de manifiesto que las facturas enviadas a España por Alemania fue 716%  superior al emitido por España hacia Alemania. 

Este Tribunal a puesto en conocimiento del Instituto Nacional de la Seguridad Social este caso para que se esclarezcan los motivos de esta situación y que se tomen medidas al respecto, “para que este Instituto determine las razones por las que se producen estas diferencias tan significativas y, en su caso, pueda instar a los Servicios de Salud de las comunidades autónomas a adoptar las medidas que correspondan en orden a procurar la facturación total de la asistencia que prestan a través de los centros, servicios y establecimientos sanitarios de sus respectivos territorios”, transcriben en el informe.

No se ha inscrito ningún convenio que permita a Alemania atrasar el pago de estos créditos con lo que el Tribunal insta a, “impulsar la suscripción de este convenio, con el fin de minorar los plazos para el cobro de las deudas pendientes”.

En total, según el informe, la asistencia sanitaria a extranjeros en el SNS supone un gasto de aproximadamente 1.500 millones de euros, de los que recupera solo el 30%. En el último año del que se tiene referencial, el 2009, se gastó en esto 1.362 millones de euros de los que España solo recuperó 445 millones.

La Comisión mixta del Congreso y el Senado, según la resolución publicada por el BOE el pasado 25 de marzo, recomienda que las comunidades autónomas y el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad se preocupen, “por la adecuada actualización e intercambio de información de las bases de datos para que las personas aseguradas en otros estados miembros y que residan en España con derecho a la asistencia sanitaria pública estén correctamente identificadas y registradas en las mismas, para que la expedición de la tarjeta sanitaria individual se realice por las administraciones sanitarias competentes adecuadamente”.

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