¿Hay futuro para la investigación en España?

Alfonso González
A la investigación en España le ha llegado la hora de la verdad, según manifestó Francisco Fernán Avilés, coordinador de la RIC (Red de Investigación Cardiovascular), en la presentación del Informe de la Red del Carlos III que fusiona a Recava, Redinscor y Heracles, en el que han intervenido 64 grupos de investigación con más de 800 investigadores. 

Fernán Avilés insistió en su presentación en la idea de que, ahora, lo que debe preocupar más en España es la investigación, para evitar que se cumpla esa cifra que se acaba de dar a conocer de que el 81% de los investigadores que trabajan en España están a punto de marcharse y que solo el 20% de los jóvenes investigadores españoles en el extranjero se plantea regresar, según se ha dado a conocer en el informe INNOVACEF, un estudio de periodicidad anual que analiza, entre otros parámetros, el grado de confianza de los jóvenes científicos en el Sistema I+D+i español, comparado con la confianza que tienen nuestros jóvenes esta actividad en el extranjero Los jóvenes investigadores que trabajan en España califican con un 4 sobre 10 el grado de confianza que le  transmite el sistema nacional de I+D+i. Cifra que repite la del año pasado, que se mantiene como la menor registrada en las ocho ediciones del citado informe, que había alcanzado su cota más alta de credibilidad con solo un 4,3 en el año 2009, siendo Francia, con una puntuación de 7, seguida del Reino Unido , puntuada con 6,6  puntos y Estados Unidos, con un 6,2 los mejores lugares para investigar. INNOVATEC 2013 se ha realizado sobre una muestra de 773 científicos compuesta por 546 que realizan su actividad en España y 227 en otros países. Los resultados de este informe fueron presentados recientemente por la UDIMA, Universidad a Distancia de Madrid y la Sociedad de Científicos Españoles  en la República Federal de Alemania.

La investigación en España, además de los recortes de un presupuesto, ya de por si suficientemente bajo, empieza a padecer otro drama: el de la vejez de sus componentes. La media de edad de los investigadores supera ya, ampliamente, los 50 años. El recorte en las becas de doctorado y post-doctorado, a la que se une la falta de inversión están llevando a la investigación casi a un callejón sin salida, de difícil arreglo a corto plazo. Envejece claramente con lo cual pierde a pasos agigantados esa necesaria capacidad de innovación, imprescindible para encontrar nuevas soluciones a los numerosos problemas que cada día  tiene que soportar el tema de la salud.

Al recorte de  2.000 millones de euros en el presupuesto de I+D, se ha unido un problema adicional. Para el año que viene se convocarán la mitad de las plazas de los programas “Ramón y Cajal” y “Juan de la Cierva, según anunció, hace solo unos días, Carmen Vela: de los 600 contratos que se realizaron en 2011, el número de plazas próximas se verá reducido a  340. Un descenso del 43% respecto a  la anterior cifra.

Números que, para Joan Lerma, director del Instituto de Neurociencias de Alicante y presidente de la Sociedad Española de Neurología (SENC) son una catástrofe. Lo grave es que en España hacen falta más investigadores, asegura el prestigioso investigador Ernesto Carmona. A los investigadores que están saliendo de las universidades como doctores, continúa diciendo, se los van a rifar países como Alemania y Estados Unidos.

El investigador de la Universidad de Sevilla, Ernesto Carmona indica en este aspecto que “el relevo generacional es lo más grave. La incorporación al CSIC de los nuevos licenciados, personas brillantísimas que no van a tener oportunidad de hacerlo. Se van a marchar o quedar en el extranjero porque no pueden encontrar ocupación en España, salvo que sea en la más absoluta precariedad.

Según Carmen Vela la media de edad de los investigadores con plaza en el CSIC, es de 58 años. Cifra que el propio CSIC corrige para situarla en 54, “tanto monta, monta tanto”. En el resto de los organismos públicos de investigación la situación es también muy parecida. Solo el Instituto Astrofísico de Canarias cuenta con una cifra algo más esperanzadora. En  este Organismo se rebaja a 51, en el Instituto de Salud Carlos III es de 46 y en el Instituto Español de Oceanografía, también de 51, pero allí un 23,77%  del personal tiene más de 60 años.

Ante este poco esperanzador panorama, la astrofísica Amaya Moro-Martín, desde la plataforma “Investigación Digna”, ha indicado que todas estas personas se van a jubilar pronto y llevamos años en que no se ha contratado a nadie. Los datos, lamentablemente, hablan por sí solos  no precisando comentario alguno: “De los 681 investigadores contratados en 2007 en los organismos públicos de investigación. Los Centros se están descapitalizando debido al hecho real de que cada vez se va a jubilar más gente. Ante esta coyuntura el Gobierno nos indica que pidamos financiación a Europa, pero, ante un problema tan generalizado ¿quién se va a encargar de estos  nuevos proyectos de investigación si no se incorporan nuevos investigadores?

Este panorama tan dramático, desgraciadamente, tiene nombres y apellidos. Por ejemplo, en el Centro de Investigación Príncipe de Viana de Valencia, el recorte de media plantilla dejó a varios becarios pre-doctorales en el camino. Situación que, hasta ahora, no se había dado nunca en España. El último becario de la citada Fundación se llama Javier y su futuro depende de que pueda ser o no contratado el 1 de julio, “Yo soy el último de los becarios que queda”, ha dicho “tengo 27 años y poseo una tesis que no he podido acabar. No sé que voy a hacer con mi vida”.

Fuentes del citado centro indican que este tipo de situaciones es probable que se puedan reconducir, para lo cual será necesario que los recortes del programa post-doctoral que en su día se hicieron se vuelvan a poner en marcha.

¿Qué perspectivas de solución hay? 
Este negro panorama con el que se pinta el campo de la investigación. Luis Cueto, subdirector general de Fomento de la Innovación Empresarial en la Secretaría de Estado de I + D sostiene que “España no tiene un sistema sano de innovación Empresarial”. Ante ello la “UE recomienda que dos tercios de la inversión sean privados”.

Una afirmación acertada pero nada práctica dado que las empresas no están por la labor si no reciben compensaciones a cambio. No se puede, por tanto poner demasiado énfasis en dicha solución. Así lo confirman los responsables de “Alma Consulting”, María José Molina, María Baez y Alfredo Colombano indican que el mecenazgo puede ser una solución práctica, igual que sucede en el modelo anglosajón, basado en inversión directa en centros de investigación públicos, destacando la dificultad que conlleva en ciertos sectores como el biomédico industrial estar atomizado se dificulta esa financiación de proyectos individuales. Hay otro instrumento, de sobra conocido, como el “Patent Bros” que podría utilizarse,. Consiste en la disminución de la base imponible, si se ceden a terceros parte de los beneficios obtenidos con esas nuevas tecnologías. La utilización racional de los fondos europeos. En España podría tener su propio fondo de cohesión, a pesar de que se perdiera un beneficio del 25% este año, pero mantendría el 75% de los fondos estructurales. A ellos se podría añadir cierta flexibilización en las desgravaciones fiscales por parte de Hacienda. Un camino que podría abrirse y que, sin duda, incrementaría las opciones de esa tan deseada colaboración público-privada, además de la correcta utilización de los fondos “Invierte” del CDTI. Unos fondos que permiten que la cofinanciación privada de fondos pueda alcanzar hasta el 50% de la inversión prevista.

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