El Colegio presiona e intenta acallar a los medios críticos con su actuación

Alfonso González
La grave situación a la que está llevando a la institución la junta directiva del Colegio de Médicos de Madrid, presidida por la psiquiatra militar Sonia López Arribas, parece empeorar cada día. La última acción que ha hecho, o a lo mejor ya no es la última, ha sido presionar para intentar acallar a algunos de los medios de comunicación que son críticos con la gestión de ciertos miembros de la junta directiva.

En lugar de tomar la iniciativa y convocar una rueda de prensa para explicar todas las dudas que están creciendo a propósito de la gestión del equipo colegial y despejar la incertidumbre de los médicos madrileños con su colegio, la presidenta López Arribas ha decidido poner en funcionamiento al equipo jurídico del Colegio e intentar “matar al mensajero” y que no cuente lo que está sucediendo.

Ella, como cargo electo, al igual que la tesorera Ana Fernández Vidal y todo el resto de la junta directiva del Colegio de Médicos de Madrid deberían saber que una vez que fueron elegidos pasaron a tener un protagonismo que tienen que aprender a llevar. Los medios de comunicación son un altavoz de lo que sucede en dicha junta, no son el “enemigo”. Gracias a la transparencia los colegiados tienen la garantía de que las cosas se hacen correctamente, ordenadamente y sin aprovechamientos. Solo quieren silencio los que tienen cosas que ocultar, los que están seguros de actuar con rectitud y correctamente no tienen nada que esconder. Esta junta parece preferir las conductas “silenciadoras”.

La presidenta ha decidido utilizar el aparato jurídico del Colegio para exigir una rectificación a iSanidad. Lo mejor de la sanidad e intentar introducir un artículo gratuito de opinión contestando a una de las muchas dudas de la gestión económica del Colegio. Para asegurarse la publicación del artículo ha decidido presionar a la redacción de manera ostensible, con varias acciones conjuntas e intimidatorias, enviando burofax, correos electrónicos y realizar innumerables llamadas al medio.

El artículo de opinión remitido por la presidenta pone de manifiesto la poca voluntad de diálogo de la presidenta, que prefiere esconderse tras su cargo, tras la junta directiva y tras la asesoría jurídica. No obstante, el requerimiento viene firmado por la presidenta “en representación de la junta directiva”, pero algún miembro de la junta directiva ha confirmado que desconoce que haya acta de tal acuerdo, por eso se ha solicitado a la presidenta proceda a acreditar que tiene la representación que se arroga. En el caso de que consiga demostrar que existe ese acuerdo de representación para solicitar dicha rectificación, se procederá al estudio de la solicitud en el plazo legal.

En todo caso el problema no es con iSanidad. Lo mejor de la sanidad, el problema es con los médicos, con los compromisarios y con la justicia, porque es a ellos a quienes tendrán que dar cuenta de sus actividades en el Colegio. Matar al mensajero no elimina las responsabilidades.

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