Alfonso González
La situación del ICOMEM es kafkiana (una situación absurdamente complicada o extraña) porque los líos en los que se está metiendo la Junta Directiva del Colegio son complicados y difíciles de entender. ¿Mal aconsejados o idea preconcebida?
Se presentaron a las elecciones de 2012 bajo el lema “Somos médicos” porque querían convertir el Colegio en la casa de los médicos, un lugar de referencia para todos los profesionales dados los graves problemas hacia los que se dirigía la profesión allá por el principios del verano del año pasado. Con poco más de 1400 votos (sobre 39.000 colegiados) el equipo de López Arribas ganó, contra todo pronóstico, gracias a una campaña de comunicación excepcional que dio a conocer a una persona desconocida por la colegiación. El proyecto presentado parecía el más atractivo de todos porque volvían a dirigir el Colegio los médicos.
Una vez que han cumplido un año de gestión se puede decir que todo ha cambiado, tienen un enfrentamiento total entre ellos que se refleja en la inacción, han pasado de anunciar que escucharían a los médicos a hacer lo contrario de lo que anunciaron y lo contrario de lo que les han pedido los médicos. La Junta Directiva ahora toma la iniciativa por todos, pero en contra de todos. Se hablaba de crear la figura del Defensor del Médico en cada hospital, de hacer encuestas para conocer las necesidades y opiniones de los médicos, de bajar las cuotas, de eliminar los contratos de empresas, de hacer un Colegio modélico… y después de un año todo ha cambiado y ya no se quiere hacer caso de lo que dicen ni los compromisarios ni los médicos.
Esta Junta no tiene en cuenta a los médicos, y prueba de ello es que en una asamblea los compromisarios dijeron que no querían a Antonio Mora y ahí está, de asesor con facultades para hacer casi de todo, no les aprueban los presupuestos para el año siguiente y nada cambia, ellos mismos dicen que no quieren contratos y presentan una modificación de estatutos para que haya contratos, quieren un Colegio transparente y se han marchado el 50% de los vocales sin dar explicaciones… Tienen encima una toda una lista de “deslealtades” hacía los médicos y hacía sí mismos que harían sonrojar incluso a los más zafios.
Los médicos que les votaron son los únicos que pueden sacar a quien “atenta” contra los médicos porque ellos solos no se van a ir. La Junta está cómoda porque maneja a su antojo las cuotas que todos los médicos pagan. ¿Era ese el objetivo?
