FEDE recomienda incrementar el control de la diabetes en verano

El verano es una época delicada para las personas con diabetes, ya que se trata de uno de los colectivos en riesgo ante el incremento de las temperaturas. La Federación de Diabéticos Españoles (FEDE) recuerda que el calor influye en la absorción de la insulina y también puede alterar y dañar los medicamentos, por lo que se deben proteger adecuadamente.

Desde FEDE aseguran que el verano no tiene porqué suponer ningún inconveniente para las personas con diabetes; pueden llevar una vida similar a la del resto del año, pero es importante que tengan claro que la subida de los termómetros les puede afectar, así como de qué manera proceder en este supuesto. En concreto, FEDE recomienda seguir las siguientes pautas: 

  • Evitar la deshidratación. Cuando los pacientes con diabetes tipo 2 tienen los niveles de azúcar en sangre por encima de lo normal, suelen orinar más de lo normal. Esta pérdida de líquido sumada a la que produce el sudor debe vigilarse ya que puede provocar deshidratación. Ante mareos, sudor excesivo o dolores de cabeza se debe beber agua.
  • Controlar la alimentación. Se puede disfrutar de las comidas pero teniendo presente, por ejemplo, los efectos que pueden provocar los productos ricos en carbohidratos ya que tienen efecto sobre la glucemia. En este sentido, se pueden tomar pero deben compensarse a lo largo de una comida.
  • Actividad física. Se podrá practicar sin problemas, pero teniendo presente la época del año, el calor que hace cada día e hidratarse constantemente. Además, para evitar sustos se debe controlar la glucemia tanto antes de hacer ejercicio como después. 
  • Conservación de medicamentos. Hay que revisarlos para saber a la temperatura a la que se tienen que mantener. Lógicamente, hay que protegerlos de la luz del sol y del calor excesivo, supuesto que se puede dar cuando se viaja en el coche. En el caso de los pacientes con diabetes que tienen que inyectarse insulina, es recomendable que la trasladen a la hora de viajar en una nevera para que conserve la temperatura adecuada. 
  • Mantenimiento de horarios. Éstos sufren alteraciones durante el periodo estival, pero no debe suponer un problema con el control de la patología y la administración de insulina, puesto que, si se produce de forma reiterada, puede provocar complicaciones por no seguir adecuadamente las pautas fijadas en relación al tratamiento.

Nada tiene porqué impedir que una persona con diabetes pueda disfrutar de las vacaciones de una manera totalmente normal, pero se debe tener precaución y ser consciente de los riesgos que existen para evitar posibles complicaciones en una época del año delicada para estos pacientes. 

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