El Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid coordina el proyecto Quick, que detectará posibles retrasos en la atención al ictus con el objetivo de optimizar el manejo de estos pacientes. Se estima que más del 70 por ciento de las personas que sufren un ictus isquémico no reciben tratamiento temprano en las 4,5 horas siguientes al comienzo de los primeros síntomas. (Redacción Médica)