Hay más pacientes con epilepsia de los esperados y el del 35% no se conoce el origen de su patología

La epilepsia es una enfermedad infradiagnosticada. “En muchos casos son los propios pacientes los que ocultan su enfermedad por el miedo a la repercusión que puede tener a nivel social, laboral e incluso familiar”, explica el Dr. Pedro Serrano, del Hospital Torrecárdenas de Valencia. El especialista asegura que “en este momento, en España hay más de 270.000 pacientes con epilepsia activa”, una cifra superior a lo que los expertos estimaban.

En el marco de la LXV Reunión Anual de la Sociedad Española de Neurología, se ha celebrado el simposio Bial-Eisai, ”Comprometidos con la Epilepsia: últimos avances de Acetato de Eslicarbazepina”, donde se han presentado los últimos avances en epilepsia. En este contexto, el Dr. Serrano ha destacado la importancia del estudio EPIBERIA, “creado con el objetivo de promocionar estudios epidemiológicos en epilepsia en España”, ha explicado el especialista, que asegura que “los flujos migratorios que se han producido en los últimos años en España podrían estar relacionados con el incremento de casos de epilepsia debido a causas infecciosas como la neurocisticercosis frecuentes en los países fuente de esos flujos migratorios”.

La primera iniciativa de EPIBERIA ha sido la realización de un estudio de prevalencia de la epilepsia en España de base poblacional sobre tres zonas geográficas. “Según hemos comprobado, la prevalencia poblacional de la epilepsia es superior a la que se estimaba”, explica el experto.

La epilepsia y la calidad de vida
Uno de los aspectos que preocupa a los especialistas es cómo puede afectar la epilepsia a la calidad de vida de los pacientes. En este sentido, el Dr. Vicente Villanueva, del Hospital Universitari i Politécnic La Fe de Valencia indica que “los pacientes mal controlados presentan mayor riesgo de mortalidad, incluso hasta 3 y 5 veces más, a la vez que aumenta el riesgo de accidentes y disminuye sus posibilidades laborales, personales y sociales”. Todo ello puede mejorar en pacientes con una epilepsia controlada.
Sin embargo, el Dr. Villanueva explica que actualmente, existen dos retos para el tratamiento de los pacientes con epilepsia. Por un lado, aplicar el uso de la neuroimagen, realizar estudios genéticos y de laboratorio para “mejorar los métodos diagnósticos para descubrir la causa que origina la epilepsia, ya que un 35% de los pacientes siguen sin tener una causa de su patología”. Y, por otro lado, añade que “es fundamental tratar de conseguir disminuir el porcentaje de pacientes que no responden a las medicaciones”.

Experiencia clínica
“Desde que los pacientes son tratados con acetato de eslicarbazepina (ESL) se ha acumulado en nuestro país amplia experiencia en su uso en pacientes con epilepsia parcial en régimen de terapia coadyuvante. Fruto de dicha experiencia, se han publicado o están en vías de hacerlo varias series amplias de pacientes cuyos resultados son prácticamente coincidentes en el sentido de atestiguar un adecuado perfil de seguridad y una más que aceptable eficacia en el control de las crisis”, subraya el Dr. Serrano.

En cuanto a la eficacia en la respuesta del tratamiento con acetato de eslicarbazepina, los expertos sostienen que ninguna de las series publicadas describe efectos adversos graves que no se hubieran reportado previamente en los ensayos clínicos controlados que consiguieron la evidencia necesaria para su comercialización. En este sentido, “la eficacia en porcentaje de respondedores se sitúa entre el 56 y el 58% y un 20% quedan libres de crisis”, apunta el Dr. Serrano.

En este sentido, el Dr. Serrano hace hincapié en “las grandes mejoras que desde el punto de vista farmacológico supone el acetato de eslicarbazepina” y añade que, “la posibilidad de usarlo en dosis única diaria mejora de forma indiscutible el grado de adherencia terapéutica, uno de los grandes problemas del tratamiento de enfermedades crónicas como la epilepsia”.
Avanzando al futuro

En noviembre de este año ha sido aprobado Zebinix® para su uso comercial en Estados Unidos. Su nombre es Aptiom® y ya puede ser utilizado como coadyuvante para el tratamiento de las crisis epilépticas de inicio focal con o sin generalización secundaria. Además de los estudios que condujeron a esta aprobación, están en marcha al menos otros dos que evalúan la eficacia de la molécula como monoterapia para este mismo tipo de epilepsia. Por lo tanto, su uso en monoterapia se espera en un futuro no muy lejano.

Según el Dr. Rodrigo Rocamora, del Hospital del Mar de Barcelona, “en análisis combinado de los estudios de fase III han demostrado nuevamente la efectividad de eslicarbazepina como coadyuvante en dosis de 800 y 1200 mg para el uso en epilepsias de inicio focal. En ellos se observa un aumento de la efectividad de la molécula hasta los 1200 mg”.

“También ha sido demostrado que la velocidad de escalada de eslicarbazepina (ESL) de 400 a 800 mg es importante para la buena tolerabilidad de la molécula durante las primeras semanas de uso”, señala el Dr. Rocamora.

Por otra parte, “cuando se utiliza ESL asociado a fármacos inductores del metabolismo (fenobarbital, carbamazepina, etc.) puede ser necesario tener que aumentar la dosis de la molécula para obtener el resultado deseado”, añade.

En lo relativo al metabolismo, el Dr. Rocamora explica que “en un estudio realizado en el Hospital del Mar de Barcelona se ha demostrado que el uso prolongado, más de un año, de ESL no altera los parámetros hepáticos ni de colesterol o triglicéridos. Esto ha sido observado en otro estudio internacional en que no se detectó un efecto clínicamente relevante sobre estos parámetros aún en pacientes que se encuentran consumiendo estatinas.”

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